ENTIDADES DERECHOS
El 70% de los atendidos por Creu Roja se sienten solos
Los más afectados, hombres sin compañía de entre 41 y 50 años || El confinamiento acentuó el problema y persisten sus efectos
siete de cada 10 personas atendidas por la Creu Roja experimentan algún tipo de soledad y, de estas, el 15% admiten sufrir soledad grave. Los indicadores más altos de soledad se dan en el grupo de entre 41 y 50 años, con un 79,3%, mientras que los indicadores más bajos, entre las personas mayores de 80 años. Estas son algunas de las conclusiones del primer informe del Observatorio sobre Soledad no Querida, elaborado a partir de las encuestas hechas a 1.511 personas atendidas por la Creu Roja, 300 de ellas de la demarcación de Lleida.
El informe remarca que la soledad no deseada afecta especialmente a los colectivos que sufren pobreza, exclusión, marginación social o vulnerabilidad. Se trata, por lo tanto, de una problemática que no afecta únicamente las personas mayores, a pesar de que la mayoría de estudios y los recursos para paliarla se han centrado en este colectivo. El sentimiento de soledad no se da necesariamente en personas que viven solas y está relacionado con la carencia de relaciones o de vinculación con la comunidad.
En este sentido, más de la mitad de personas encuestadas consideran que vivir solo no es bueno o que tiene más inconvenientes que ventajas, mientras que el 48,3% hacen una valoración positiva. La visión de vivir solo es más desfavorable entre los hombres y esta diferencia se hace más acusada con la edad. El informe también pone de relieve que el confinamiento y las restricciones impuestas durante la pandemia provocaron un incremento del sentimiento de soledad y unos cambios en las maneras de relacionarse que, lejos de ser transitorios, tienden a convertirse en habituales.
Así, el 18,7% de las personas vio incrementado el sentimiento de soledad durante la pandemia, un aumento que ha sido más acusado entre los hombres que viven solos y las mujeres de más de 80 años. Además, un 65% de las personas encuestadas han experimentado cambios en sus relaciones personales que todavía se mantienen actualmente. Todos estos cambios han afectado sobre todo los jóvenes.