VIOLENCIA DE GÉNERO
Ana Orantes, la mujer cuyo atroz asesinato conmocionó a España
Se sumplen 25 años de la muerte de Ana Orantes, maltratada durante 40 años y quemada viva por su exmarido
En 1997, Ana Orantes fue quemada viva por su exmarido tras hacer público en televisión cuatro décadas de maltrato. Su brutal asesinato fue el detonante para la aprobación, ocho años después, de la primera ley integral contra la violencia de género.
La atrocidad de este crimen marcó un antes y un después en España, removió la conciencia social y política de este país sobre el problema del maltrato y allanó el camino para la puesta en marcha de una serie de reformas legislativas, judiciales y asistenciales que fueron acometidas por gobiernos sucesivos.
Orantes denunció en un programa de la televisión pública andaluza las palizas y humillaciones a las que fue sometida durante cuarenta años por su exmarido, que trece días después de ofrecer ese testimonio, el 17 de diciembre de 1997, la mató quemándola viva en la casa de Cúllar Vega (Granada) que, por decisión de un juez de paz, compartían tras separarse.
Tenía 60 años cuando fue asesinada. Se casó a los 19 con su verdugo y padre de sus 11 hijos (tres de ellos murieron), y fue a los tres meses de casada cuando recibió la primera paliza: "Creí que me había roto la cara de la que me dio", relató entonces.
Aislada de su familia -visitaba a su madre a escondidas- y a base de humillaciones, amenazas y palizas transcurrió la vida de esta mujer, cuyo único respiro eran las ausencias de su marido por trabajo, periodos en los que ella y sus hijos aprovechaban para retomar la vida.
Sin saber adónde ir, sin apenas formación y con ocho niños a su cargo aguantó cuarenta años de maltrato y vejaciones, de los que intentó liberarse con denuncias que nunca sirvieron para poner fin a su calvario: "En aquel entonces, la consecuencia de la denuncia era el arresto domiciliario (del maltratador)", lo que empeoraba la situación, por lo que acababa retirándolas.
Su estremecedor testimonio, que hizo público cuando se divorció y logró superar sus miedos, cobró especial valor y relevancia en una época en la que el maltrato solía quedar en la esfera privada y en la que las leyes no prestaban protección a las víctimas.