¿Por qué a los gatos no les gusta mojarse?
Todos los gatos domésticos descienden del gato árabe o norteafricano salvaje (Felis silvestris lybica), un animal que sigue habitando en desiertos como el Kgalagadi. Estos ancestros de los gatos domésticos (Felis s. catus) llevan decenas de miles de años habitando territorios donde encontrar masas extensas de agua resulta complicado. A diferencia de los perros, habituados a moverse en espacios poblados de ríos, los felinos percibían el agua como un bien escaso, poco presente en su rutina habitual. Por lo tanto, los gatos nunca han tenido que aprender a nadar. Dicho de otra manera, nadar o disfrutar de un baño no les ha supuesto nunca ninguna ventaja evolutiva.
El nulo placer que la mayoría de los gatos sienten por el agua se extiende, además, a motivos físicos: la sensación de tener el cuerpo empapado les resulta desagradable porque su pelaje ligeramente grasientos no repelen el agua con fácilidad, por lo que les cuesta volver a secarse y calentarse. Para un gato, además, la agilidad y la ligereza de movimiento resultan dos cualidades importantes, que pierden al estar empapados.
Existe otro motivo por el que la mayoría de los gatos odian el agua y es que borra sus feromonas. Estas moléculas actúan como mensajes químicos individuales, únicos e intraespecíficos. Son secretadas, mayormente, por las glándulas localizadas en la cara del gato, sobre todo, en la barbilla, en la zona detrás de los bigotes y las zonas de pelo más escaso que tiene debajo de las orejas. Cuando el gato se limpia con su lengua, recubre su cuerpo con estas feromonas únicas e identificativas. Al lavarlo con agua, estos mensajes químicos se borran.
Esto no supone ningún problema, ya que un gato no necesita lavarse con agua. Para los gatos el agua no es sinónimo de limpieza. Estos felinos disponen de un tipo de saliva que elimina la grasa, y de una lengua con una textura que facilita que puedan acicalarse, deshaciéndose de la posible suciedad de su cuerpo, sin necesidad de pasar por el grifo.
A pesar de lo dicho, existen unas razas de gatos que disfrutan enormemente con el agua. Juegan con ella, la observan durante un buen rato o incluso nadan cómodamente. Estos son 10 de las razas que más disfrutan con el agua:
- Angora turco: les encanta chapotear y mirar como cae el agua.
- Gato de Bengala: les encanta jugar con el agua.
- Pixie bob: le gusta bañarse
- Maine coon: disfrutan jugando con el agua.
- Van turco: se trata de un gato poco común que es apodado “el gato nadador”
- Abisinio: es una raza de origen egipcio que no teme a los baños
- Gato del bosque de Noruega: se trata de un gato acostumbrado a andar por la nieve sin problemas y que disfruta jugando con el agua.
- Savannah: mezcla de gato doméstico y salvaje africano que goza jugando con agua
- Bobtail japonés: observa con fascinación cómo los movimientos del agua.
- Manx: se caracterizan por disfrutar del agua.