SEGRE

¿A que temperatura hay que poner la calefacción para ahorrar?

El termostato de la calefacción.

¿A que temperatura hay que poner la calefacción para ahorrar?

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura de confort térmico en un ambiente sombreado y de actividad pasiva (es decir, cuando estamos en casa sin realizar ninguna actividad) está entre los 21°C y los 23°C. Pero ¿se recomienda esta temperatura tanto en invierno como en verano? Si. De hecho, al igual que en verano se desaconseja que el aire acondicionado esté por debajo de los 20°C, durante el invierno, si la temperatura del hogar supera los 23°C, el ambiente puede resecarse, estaremos más incómodos y el gasto de energía (y de dinero) para calentar la vivienda será mucho más elevado.

Por otra parte, la temperatura ideal de una casa en invierno no será igual por el día que por la noche. Según el IDAE, la temperatura perfecta es de 21-23°C durante el día, mientras que por la noche o cuando la casa está vacía puede descender hasta los 17°C. En viviendas con bebés o niños pequeños y en zonas de montaña o especialmente frías puede ser recomendable aumentar esta temperatura un grado (22-24 °C por el día y 18-20°C por la noche

Los expertos recomiendan mantener una temperatura constante alrededor de los 21 grados, recordando que es mejor mantener una temperatura estable que poner la calefacción solo durante un par de horas con la casa muy fría, ya que el sistema tendrá que trabajar a máxima potencia. Se aconseja no superar una diferencia térmica de 12 grados con el exterior. 

Para obtener un máximo control sobre la instalación son recomendables los termostatos digitales programables, ya que permiten programar diferentes temperaturas para los diferentes horarios, adaptándose a los requerimientos que haya en el hogar para el uso de la calefacción. Los termostatos modulantes conectados a la caldera resultan los más eficientes, ya que al alcanzar la temperatura deseada se reduce la temperatura de impulsión y la potencia de la caldera, por lo que se aprovecha mejor la condensación y se ahorra energía.

Por otra parte, los termostatos de última generación incorporan control WiFi, por lo que a través de una sencilla aplicación móvil es posible encender, apagar, programar y controlar la calefacción desde cualquier lugar, o incluso permiten el control de voz con dispositivos como Alexa o Google Home.

Por la noche es conveniente que no haya un exceso de calor en las habitaciones. Más que apagar la calefacción, se recomienda bajarla ya que si apagamos la calefacción al arrancar de nuevo, el sistema de tiene que trabajar más para alcanzar la temperatura de confort.

tracking