Ser madre en el siglo XXI

La guionista y escritora Marta Grau Rafel es barcelonesa, pero sus raíces están en el Pallars. Y así queda reflejado en la novela Una casa on tornar (La Magrana). Paradójicamente arranca con una trama muy urbana, muy contemporánea, en la que Ona, la principal protagonista, no quiere ser madre pero su pareja tiene una hija pequeña de una relación anterior.

“Es una novela sobre la maternidad, pero sobre la maternidad actual, sobre la diversidad de familias que hay en nuestra sociedad y la necesidad de ser creativos para adaptarnos a estas nuevas realidades” en las que se plantean “muchas dudas” porque ya no hay un único patrón que seguir. “Ona no quería ser madre, pero tiene que ejercer como tal porque su pareja se ausenta mucho por trabajo y acaba estableciendo un vínculo muy fuerte con la niña. Un vínculo de mucho amor, pero sin ningún derecho”.

A su modo de ver, un debate “muy actual”, un retrato de “las nuevas complejidades” que surgen cuando acaba una relación de pareja y con ella se rompen los lazos con personas “con las que has convivido, a las que has educado”. Marta Grau Rafel quería incidir en cómo la mujer sigue llevando el peso de las cargas invisibles del sistema familiar. Y Ona se rebela.

“Si pierdes lo que deseas olvidas quién eres”, escribe Grau Rafel, que se niega a que la protagonista tenga que renunciar a sus sueños y la lleva hasta el Pallars, a la casa familiar, “a recomponerse, a iniciar una nueva vida”. La casa “como metáfora” en un paisaje que forma parte del ADN de la autora. Aunque no identifica ninguna población en concreto, sí que da protagonismo “al lago”, y mantiene palabra en castellano, como se utiliza en la zona.

“Es muy importante para nosotros”, subraya. Una casa on tornar ha supuesto el regreso a la ficción de Marta Grau Rafel después de diez años en los que ha firmado guiones para series como Les de l’hoquei o Com si fos ahir, o adaptaciones al cine de novelas como Tros. “Me encanta mi trabajo, porque me apasiona la psicología humana, capaz de lo más brillante y lo más oscuro, pero cuando escribes guiones debes tener en mente las exigencias de producción.

En cambio, cuando escribro una novela siento una libertad absoluta”.