SALUD INICIATIVAS
Los intentos de suicidio se triplican entre las adolescentes
La psiquiatra Montserrat Pàmias alerta de la importancia de la educación
El 26.8% de los niños de 11 a 18 se ha autolesionado alguna vez, y el 43,3% ha tenido pensamientos suicidas, según una encuesta a 270.000 alumnos en 1.900 centros elaborada por los departamentos de Salud y Educación de la Generalitat. Entre los datos que más preocupan están las tentativas de suicidio entre las menores de 18 años en Catalunya, que han subido un 195%. Para revertir esta situación, han desarrollado una guía docente interdisciplinar para abordar conductas suicidas y autolesiones en las escuelas en la que ha participado la doctora leridana Montserrat Pàmias, responsable del área de Psiquiatría Infantil en el Hospital Parc Taulí de Sabadell y, desde 2012, presidenta de la Societat Catalana de Psiquiatría Infantojuvenil.
061 Atenció telefònica a persones amb conducta o ideació suïcida, i als seus familiars o persones properes
“Desde el departamento de Salud teníamos claro que estaban aumentando los intentos de suicidio, pero cuando se hablaba con Educación nos decían que faltaba formación para afrontar este problema. Por ese motivo se ha creado esta guía”, explicó a SEGRE la doctora Pàmias. Este documento recoge de manera detallada y esquemática el proceso de actuación de los docentes en tres escenarios: la verbalización de una conducta suicida, una tentativa por parte de un alumno del centro y la situación del centro tras una muerte por suicidio.
Además, detalla como deben actuar los educadores ante un caso de autolesión. “En la guía hacemos énfasis en cómo escuchar al menor para que explique qué hay detrás de esa autolesión. Los jóvenes deben contar con una red de protección lo bastante segura que no solo depende del departamento de Salud, los colegios son lugares muy importantes para los jóvenes, ya que es donde pasan la mayor parte del día y donde más relaciones sociales establecen hasta los 18 años.
El tercer factor que compone esta red de seguridad son las familias, que también deben escuchar a los hijos e intentar ayudarles en cuanto noten alguna conducta distinta”, apunta Pàmias. Conseguir una buena comunicación entre estas tres partes es una de las claves para el buen funcionamiento del Codi Risc Suïcidi (CRS), un protocolo de actuaciones asistenciales y preventivas de la conducta suicida del departamento de Salud de la Generalitat. “A través de la activación del CRS conseguimos que tras una tentativa de suicidio los menores visiten un centro de salud mental en un máximo de 72 horas después del caso.
Hoy en día podemos decir que el 90% de los casos llegan a los centros de salud mental públicos, antes de la existencia de este protocolo los centros de salud mental tan solo llegaban el 25% de los casos”, apunta la psiquiatra leridana.Entre los consejos que contiene esta guía para el profesorado se proponen alternativas “sencillas, manuales y físicas” a la autolesión para que los menores canalicen el malestar de otra forma. “Es muy importante que los docentes no dejen solo a un alumno que ha comunicado una conducta suicida. Si ha sucedido en ese momento debe avisar a la familia y llamar al 061. En caso de no ser inmediato, el docente debe contactar con el Centro de Salud Mental Infantil de la zona, el pediatra del menor y con la familia”, señaló Pàmias.