Magia a plena luz del día

Los Reyes acaban la noche del día 5 tan tarde de repartir regalos por las casas de Lleida que, en municipios cercanos como Torrefarrera i Torre-serona, las cabalgatas se celebran, tradicionalmente, la mañana del día 6. A las diez y pese a la niebla llegaron Sus Majestades por la calle Gran Via de Torrefarrera y recorrieron buena parte del centro histórico hasta el Centre Ginesta. Posteriormente, Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron el pabellón municipal donde se había programado la actuación Recontem Cantant para hacer más llevadera la espera a los más pequeños y posteriormente se hizo la entrega de regalos.

Los Reyes iban llamando a los más pequeños por su nombre y les daban el regalo en mano. En Torre-serona también hubo desfile de Reyes por el pueblo de buena mañana y como Sus Majestades se adaptan a las tradiciones de que cada lugar al que transportan su magia, optaron por desplazarse en el vehículo oficial del campo, el tractor, una buena manera de recordar las alegrías que ha dado la película Alcarràs al sector el año que acabamos de dejar atrás. Por otra parte, Sus Majestades no se fueron ayer hasta que no entregaron decenas de regalos a niños ingresados en el hospital Arnau de Vilanova.

De hecho, gracias a la mejora de la Covid, el reparto pudo hacerse en persona a los pequeños hospitalizados en la planta de Pediatría y del área de Urgencias Pediátricas. El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, y el concejal Ignasi Amor acompañaron a Melchor, Gaspar y Baltasar en esta parada en el hospital para ayudarles y transmitir a los pequeños el deseo de una rápida recuperación para que puedan volver pronto a casa. Pueyo aprovechó para agradecer a los sanitarios el trabajo y su implicación que hace posible continuar con esta visita y por hacer pasar un rato agradable a las familias.

Mientras, todos los niños leridanos disfrutarán hasta la vuelta al colegio de todos los regalos que han recibido. La mayoría de mesas de los leridanos estuvieron presididas ayer por el tradicional roscón de Reyes. Por ello, las pastelerías se llenaron de clientes que acudieron a comprar el tradicional postre para celebrar esta fecha tan señalada.

Este año, a diferencia de otros, muchas familias fueron menos previsoras y adquirieron este pastel a última hora, un hecho que obligó a los reposteros a trabajar sin descanso en algunos casos desde tempranas horas de la madrugada. Los más demandados fueron un año más los de nata y el precio rondó los 35 euros el kilo. Las pastelerías consultadas por este diario aseguraron que el nivel de ventas fue similar al de 2022.