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Un estudio detecta la genética singular de las poblaciones rurales del Pirineo

Cerca de un millar de personas nacidas en las comarcas de montaña participan en el estudio GENPIR

Imagen de un mapa donde se puede ver como la orografía (líneas moradas), los límites de los obispados (líneas rojas) y los flujos migratorios históricos (flechas) han modelado el perfil genético de las poblaciones rurales del Pirineo (zonas en color).

Imagen de un mapa donde se puede ver como la orografía (líneas moradas), los límites de los obispados (líneas rojas) y los flujos migratorios históricos (flechas) han modelado el perfil genético de las poblaciones rurales del Pirineo (zonas en color).IRBLleida

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Los límites administrativos-religiosos de la zona del Pirineo, determinados a partir de la orografía y perpetuados de manera inalterable durante siglos, sumados a la rígida estructura social impuesta por la iglesia católica durante largos periodos de tiempo han configurado la estructura genética de su población según el estudio GENPIR. En esta investigación, publicada recientemente en la sección 'Evolutionary and Population Genetics' de la revista 'Frontiers in Genetics' ha participado cerca de un millar de personas nacidas en estas comarcas. El informe pone de manifiesto que hay una diferenciación genética singular y que los límites establecidos por los obispados y la orografía han sido barreras sociales y físicas en la determinación de sus perfiles genéticos.

"Todas las poblaciones humanas compartimos un mismo fondo genético y la diferencia entre poblaciones radica en la frecuencia en la que determinadas características se presentan en cada una de ellas" ha explicado el profesor de la Universidad de Lleida y responsable del grupo de investigación Genética de enfermedades complejas del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida, Joan Fibla. "La distancia geográfica es un factor determinante en la diferenciación genética entre poblaciones, lo cual confirma las diferencias que podemos observar entre poblaciones distantes como la población asiática y la africana o entre esta y la europea. Aun así, poblaciones próximas pueden presentar diferencias, si existen barreras geográficas o socioculturales entre ellas", ha indicado Fibla.

El estudio, iniciado en 2010 por el profesor Pedro Moral de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, ha sido dirigido por Joan Fibla y Oscar Lao del CSIC-Barcelona. De entre el cerca de un millar de participantes, se han escogido 397 muestras correspondientes a personas no emparentadas que tenían los padres y los abuelos maternos y paternos nacidos en las comarcas pirenaicas ('ocho apellidos pirenaicos'). Una vez obtenido el ADN de cada participante se identificaron más de 800.000 características genéticas que han permitido obtener el perfil genético de alta resolución de cada sujeto.

"Las poblaciones rurales del Pirineo catalán presentan un gradiente de diferenciación genética en un sentido oeste-este, que responde tanto a factores geográficos como sociales, donde los límites establecidos por los obispados han jugado un papel determinante", ha declarado Fibla. Así, el análisis de estos perfiles indica que las poblaciones del oeste (Ribagorça-Pallars-Urgell) muestran marcadas diferencias con las poblaciones del este (Ripollès-Garrotxa) y valores de diferenciación intermedios con las poblaciones del Pirineo central (Berguedà-Solsonès). Sin embargo, la comparación con otras poblaciones europeas indica que en las poblaciones del este del Pirineo, los fenómenos migratorios históricos de Centro y Norte de Europa han dejado huella, mientras que en las poblaciones del oeste, la huella ha ocurrido a partir de fenómenos migratorios históricos procedentes de la Península Ibérica.

"Nuestros resultados avalan que el Pirineo catalán se encuentra dentro del continuo genético de la península Ibérica, siguiendo un gradiente longitudinal también observado en la misma región por otros estudios", explica Lao. Teniendo en cuenta la orografía de la región, el Macizo del Cadí constituye una clara barrera geográfica que separa las regiones occidentales de las regiones orientales. Aún así, no parece clara ninguna barrera geográfica que desconecte las regiones centrales (Berguedà-Solsonès) de las regiones del este (Ripollès-Garrotxa), más allá de las divisiones administrativo-religiosas establecidas por los obispados del Urgell, Girona, Vic y Solsona.

"La división eclesiástica de la época moderna responde a las esferas humanas de relaciones multiseculares. Por eso no es de extrañar que las relaciones familiares coinciden aproximadamente con los límites de los obispados", afirma el profesor de la Facultad de Letras de la Universidad de Lleida, Jesús Burgueño, miembro del equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio. "Los humanos, como seres sociales, estamos sujetos a unas reglas que emanan del poder, económicas, políticas o religiosas, que más allá de permitir el buen funcionamiento de las estructuras sociales, también modulan las relaciones interpersonales. El papel de la iglesia ha sido destacado a lo largo de la historia, actuante como factor central y determinante de las relaciones interpersonales en las sociedades pasadas" ha añadido el equipo investigador. El personal investigador indica que queda por determinar hasta qué punto esta estructura puede haber generado diferencias interpoblacionales que se puedan reflejar en diferencias en la susceptibilidad genética a enfermedades. En la investigación, de cariz multidisciplinar, también ha colaborado la red de hospitales del Pirineo y se ha recibido financiación por parte de la Diputación de Lleida.

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