Así funciona el protocolo contra la violencia sexual de las discotecas que aplicó Sutton en el 'caso Dani Alvés'

El International Nightlife Safety Checked (INSC) es uno de los sellos que integran la "Triple Excellence in Nightlife", la distinción más importante del ocio nocturno que evalúa la seguridad, calidad y excelencia en las discotecas a nivel mundial. El INSC cuenta con un protocolo internacional para prevenir las agresiones sexuales conocido como ASK FOR ANGELA, importado del Reino Unido. y que proviene del término Ángel. Consiste en que si una mujer "se encuentra incómoda porque un hombre la está manoseando, es acosada sexualmente o simplemente piensa que ha podido ser drogada, debe acudir a la barra o avisar al personal del local y preguntar por Ángela". Estas palabras activarán todo el protocolo de protección.

El personal de la barra al que se le haya preguntado "¿está Ángela?" avisará de inmediato al personal de seguridad del local, el cual acudirá a la zona donde se encuentre la persona que esté siendo acosada y procederá, de la forma lo más discreta posible, a separarla del supuesto acosador, al cual se le invitará a abandonar el local. Si los hechos fueran de un carácter grave y "hubiere habido tocamientos o bien acceso carnal", el personal de seguridad deberá avisar a la policía.

Tal y como recoge el documento de International Nightlife Association, el personal del local debe solicitar a la víctima que les que acompañe a una zona privada apartada del resto de clientes y sobre todo del posible agresor. Si es posible, la persona del local que preste este auxilio o ayuda será una persona del mismo sexo que la víctima, ya que en casos de agresión consumada podría ser que la persona estuviese indispuesta o pudiera sentirse incómoda. Asimismo, se le indicará que se ha Ilamado a la policía y que en breve será atendida por personal con la cualificación apropiada. De igual modo, se le aconsejará que no vaya al baño a lavarse hasta que Ilegue la policía y se haga cargo de la situación. En ningún caso debe preguntarse a la vícitma qué ha sucedido o que exponga cómo han ocurrido los hechos, puesto que de eso se encargarán las autoridades pertinentes.

Si se ha podido identificar al supuesto agresor, el vigilante de seguridad deberá retenerlo, debidamente separado del resto del público, hasta que llegue la policia. Es importante fijarse en detalles como si tiene alguna mancha de sangre, pantalones o cinturón desabrochados, carmín en la cara, etc. así como  cuál es su actitud. Se impedirá que la persona que supuestamente ha cometido la agresión se lave las manos, cara o cualquier otra parte del cuerpo, ni se permitirá que se ausente para que no pueda hacer desaparecer pruebas.

Si la posible agresión no es comunicada por la víctima, sino que es el propio personal de la sala el que es testigo en primera persona de los hechos, se actuará de la misma manera y también se activará el protocolo. En casos menos graves, se obligará al autor de las molestias a abandonar el local debiendo tener en cuenta que cuando la víctima abandone también el local lo haga en un taxi o bien acompañada de otras personas, evitando a toda costa que la misma lo haga a pie y sola.

Los locales que incorporan este programa lo comunicarán con carteles, especialmente en los baños del público femenino, con el siguiente mensaje: “¿Estás siendo acosada sexualmente o te sientes incómoda? Dirígete a la barra y pregunta por Ángela". Un protocolo que, desde hace unos meses, ofrece también a sus clientes cubre vasos con el objetivo de proteger sus bebidas e imposibilitar así que alguien pueda introducir en la misma cualquier tipo de sustancia.

Precisamente, la discoteca Sutton de Barcelona, escenario del 'caso Dani Alvés', está en trámites para incorporarse al protocolo internacional Nighlife sobre prevención de agresiones sexuales en el sector del ocio nocturno, al que ya se han sumado una treintena de locales en Cataluña y se espera que el año 2023 se cierre con una veintena de adhesiones más, según fuentes de la patronal del ocio nocturno Fecasarm.