CIENCIA ESTUDIO
Dra. Mar Tapia: «Si el núcleo de la Tierra frenara, no nos afectaría en el día a día»
Coordinadora del Laboratori d’Estudis Geofísics Eduard Fontserè de l’Institut d’Estudis Catalans
Mar Tapia. Licenciada en Física y doctora en Ingeniería Sísmica. Ocupación: Coordinadora del Laboratori d’Estudis Geofísics Eduard Fontserè. La doctora Mar Tapia se licenció en Física por la Universitat de Barcelona y se doctoró en Ingeniería Sísmica por la Universitat Politècnica de Catalunya. Actualmente es la coordinadora del Laboratori d’Estudis Geofísics Eduard Fontserè del Institut d’Estudis Catalans. Reside en Lleida desde 2009.
El lunes se publicó en la revista ‘Nature Geoscience’ el estudio de los investigadores chinos Xiaodong Song y Yi Yang en el que constataron que el núcleo interior de la Tierra estaría girando más lento. ¿Qué supone este estudio?
Primero de todo hay que entender que nuestro planeta está compuesto por diferentes capas y cada una va a su propia velocidad, siempre en la misma dirección. Song y Yang analizaron decenas de terremotos desde los años 60 hasta la actualidad y detectaron pequeñas diferencias en las ondas sísmicas que han atravesado el núcleo interno de la Tierra desde 2009, datos que han atribuido a que el núcleo estaría frenando. Entre este estudio y otros que, por el contrario detectaron una aceleración, se puede deducir que estos cambios pueden ser un ciclo de 70 años, aunque se tendrá que investigar más ya que no tenemos datos de antes del siglo XX.
¿Qué supondría para las personas que el núcleo de la Tierra fuera más lento? Si el centro de nuestro planeta se ralentizara afectaría a la duración del día, haciendo que tuviera unos milisegundos más. Aun así, para nosotros seria imperceptible, tendrían que pasar muchos años para que se llegara a notar.
¿Y cómo afectaría al clima? Los cambios en la rotación en el sistema Tierra-Luna podrían afectar en aspectos como el régimen de las mareas, que a su vez podría influir en la circulación de los océanos. Respecto al cambio climático, el planeta es un sistema interconectado, de manera que este hecho podría repercutir en el clima.
Si el humano no ha podido llegar hasta tanta profundidad, ¿cómo se puede estudiar la Tierra? Estudiar nuestro planeta es muy complejo, el ser humano solo ha podido excavar hasta 12 o 13 kilómetros en la superficie terrestre y 8 en el fondo oceánico, y el radio de nuestro planeta es de 6.371. Por ello se utilizan métodos como el análisis de las ondas sísmicas, de las que se sirven Song y Yan en su estudio. Por ello, las diferencias que han encontrado en las zonas sísmicas son 100% verídicas, de hecho lo interesante de esta investigación es que han estudiado datos de los años 60 o 70, que son muy difíciles de obtener. Sobre la atribución de que el núcleo se está ralentizando, debe ser bastante seguro pero con el tiempo se acabará de corroborar. Ahora tenemos muchas más estaciones sísmicas y más recursos que nos permitirán procesar y gestionar los datos de una manera más eficiente.
Replican la gravedad de otros mundos en una mini-esfera Investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) han reproducido con eficacia el tipo de gravedad que existe en las estrellas y otros planetas o cerca de ellos en una esfera de cristal de 3 centímetros de diámetro. Para su elaboración, utilizaron ondas sonoras para crear un campo gravitatorio esférico y generar convección de plasma -un proceso en el que el gas se enfría al acercarse a la superficie de un cuerpo y luego se recalienta y vuelve a elevarse al acercarse al núcleo- creando una corriente de fluido que a su vez genera una corriente magnética. Este logro, que se publica en Physical Review Letters, podría ayudar a los científicos a superar el papel limitador de la gravedad en los experimentos destinados a modelizar la convección que se produce en las estrellas y otros planetas.