Torà estrena el Carnaval

Torà dio ayer el pistoletazo de salida a la celebración del Carnaval en Lleida con su peculiar fiesta de la Llordera, que recuperó su carácter multitudinario después de dos ediciones marcadas por la pandemia de la Covid. Uno de los momentos más esperados fue el pregón que en esta ocasión estuvo protagonizado por Toni Torres, el vecino que hace 25 años presentó el gigante Brau Constantí. Y es que precisamente este gigante que homenajea al símbolo del escudo del municipio cumple este año un cuarto de siglo.

En su honor, Torà se vistió de rojo y el color rojo fue también el eje vertebrador del concurso de balcones que ganó Arnau Pinós. Entre las tradicionales críticas del pregón, cabe destacar la dejadez del pueblo y la gran cantidad de heces de perro que hay en las calles, así como referencias a algunos vecinos peculiares y al alcalde, Magí Coscollola, de quien dijeron que su voz calmada y lenta era perfecta para hacer dormir.La 34 edición de la fiesta de la Llordera empezó de forma diferente ya que, antes del pregón, se escenificó la danza del Ball Pla. El Bonic y la Bonica, encarnados por Pau Culell y Mireia Bou, salieron al centro de la plaza del Pati para danzar de forma elegante al sonido de un violín mientras que el Brut y la Bruta, que eran Sisco Lunar y Carme Santamaria, les fastidiaban bailando y haciendo mofa.

A continuación, tomaron la plaza los gegants de la factoría Casserres de Solsona: Brutet, Bruteta, Brut, Bruta, Bonic, Bonica y Sergentet, hechos a imagen de personas entrañables de la localidad del Llobregós. Finalmente, fue el turno del Brau Constantí, a quien le costó arrancar porque tenía nostalgia de su primer torero, hecho que dio paso al pregón. Para culminar y antes de dar paso al pasacalles a ritmo de la charanga Damm-er, el Brau Constantí tomó la plaza y los numerosos asistentes le animaron con pañuelos rojos y blancos.

Antes de iniciar la fiesta uno de los organizadores, Jordi Vila, hizo referncia a las numerosas dificultades que habían tenido para celebrar esta edición, la primera en la plaza después de dos años, ya que en 2021 se suspendió y en 2022 tuvo lugar en el pabellón. También pidió un fuerte aplauso para Ángel Ramírez, gran colaborador de la fiesta que falleció en accidente de tráfico en la carretera L-310 a su paso por La Figuerosa hace un mes. La fiesta de la Llordera está documentada en Torà desde el 1750.

Se basa en cuatro personajes que bailan la danza del Roser de Torà, al son del violín. El Bonic y la Bonica la bailan correctamente y con indumentarias de fiesta. Los otros dos, el Brut i la Bruta, personajes sucios, se ocupan de estorbarles.

La fiesta se perdió con la Guerra Civil hasta que un grupo de jóvenes la recuperó en 1990 y a partir de 1994 introdujeron los gegants.