REFUGIADOS CONFLICTO BÉLICO
La mitad de los ucranianos exiliados por la guerra a Guissona siguen en el municipio
Una de las familias ucranianas que reside en Guissona.
Un año después del comienzo de la invasión rusa a Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, en Guissona siguen 175 de los 350 refugiados ucranianos que llegaron huyendo de la guerra. “Esto quiere decir que se han sentido acogidos”, destaca el alcalde del municipio, Jaume Ars. El 95% de los ucranianos que se han quedado en Guissona viven con familiares o amigos que ya estaban instalados, mientras que el ayuntamiento sigue ayudando a buscar trabajo o a tramitar las ayudas de 400 euros a diez que llegaron sin red y viven en cuatro viviendas cedidas por los vecinos.
Todos los que se han quedado en Guissona se han adaptado “muy bien”, asegura Ars, que pese a reconocer que el ayuntamiento tiene “pocos recursos”, gracias a los vecinos y las comunidades que hay en el municipio se ha podido ayudar a todos. No solo llegaron refugiados a Guissona. Hasta Pla d’Urgell se desplazaron unos cien ucranianos.
La mayoría tenían amigos o familiares, lo que “facilitó” en parte el trabajo desde el servicio de acogida. El consell comarcal del Pla d’Urgell ha conseguido dar trabajo a tres personas a través del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), un programa al que no pudo acceder el ayuntamiento de Guissona a pesar de haberlo tramitado.
