La UdL desarrolla una nueva herramienta informática para calcular la vulnerabilidad del agua delante del mejillón cebra

La Universitat de Lleida (UdL) ha desarrollado una nueva herramienta informática que permite calcular la vulnerabilidad de una masa de agua a la colonización del mejillón acebrado (Dreissena polymorpha), una especie invasora y muy expansiva que provoca graves problemas ecológicos y socioeconómicos, afectando a los usos del agua. Para hacerlo, el equipo ha contado con una muestra de datos de 46 embalses de cinco demarcaciones hidrográficas: Ebro, Guadiana, Segura, Miño-Sil y Cantábrico Oriental. Las conclusiones del estudio indican que 16 masas de agua tendrían un riesgo elevado de colonización, 15 un riesgo intermedio y 15 más un riesgo bajo. Uno de los sectores más afectados por el mejillón acebrado es el regadío y muy especialmente los riegos modernizados a presión.

La sección de Limnologia Aplicada del Grup de recerca en dinàmica fluvial (RIUS) de la UdL ha desarrollado un programa informático, de uso fácil e intuitivo, calibrando de nuevo el índice de vulnerabilidad de masas de agua delante el mejillón acebrado, denominado IVMC, que diseñó en el 2008 el profesor de la Escola Tècnica Superior d'Enginyeria Agroalimentària i Forestal i de Veterinària (ETSEAFIV), Antoni Palau.

El índice que calibra la vulnerabilidad tiene en cuenta 24 variables distribuidas en cinco bloques: características ecológicas de la masa de agua, presencia de actividades recreativas, conectividad fluvial y tipo de agua, afectación ecológica y socioeconómica, y variables determinantes y excluyentes. Los valores finales oscilan entre el 0, para masas de agua no vulnerables, y el 100, para las que lo son totalmente. Sobre la muestra de 46 embalses, el IVMC ha oscilado entre 12 y 100, con un valor promedio de 49,2 y una dispersión de 39,5. Eso quiere decir que el índice es capaz de "discriminar escenarios muy diferentes", según Palau.

El profesor de la UdL añade que hace 15 años se aplicó el IVMC en la cuenca del Ebro para identificar las masas de agua más vulnerables al mejillón cebra, que han resultado ser, con un alto grado de precisión, las actualmente colonizadas por la especie. Ahora, con el índice actualizado, esta misma demarcación hidrográfica es la que presenta un grado medio de vulnerabilidad mayor, con un IVMC de 57,2 y una dispersión media de 29,3. La siguen las del Segura y el Guadiana. Mientras las demarcaciones del Miño-Sil y del Cantábrico Oriental presentan valores bastante dispares, que no son comparables con el resto atendido su baja representación de embalses dentro de la muestra estudiada.

Las conclusiones también señalan que hay más diferencias en los usos socioeconómicos y los valores de conservación de estos embalses, que entre las características limnológicas, hidrológicas y geográficas que determinan su "vulnerabilidad intrínseca". De hecho, los científicos recuerdan que este molusco invasor no tiene capacidad de remontar río arriba o de llegar en nuevas masas de agua no conectadas con las colonizadas y, por lo tanto, "hay que concluir que la especie se ha expandido y sigue haciéndolo de la mano de actividades humanas".

Uno de los sectores más afectados por el mejillón acebrado es el regadío y muy especialmente los riegos modernizados a presión, donde la especie llega a obstruir por completo las conducciones de pequeño diámetro, reducir de manera sustancial el caudal circulante para las de mayor diámetro e inutilizar equipos de medida y gestión del agua. Disponer de información sobre la vulnerabilidad de las masas de agua como a potenciales medios acuáticos colonizables puede ser de alto interés a la hora de planificar, por parte de las Confederaciones Hidrográficas, hacia dónde dirigir con preferencia la atención para identificar "de manera temprana" la eventual entrada de la especie, así como su posterior control," destaca a Antoni Palau.