Trabajadores de las residencias Balàfia 1 y 2 de Lérida se concentran para reclamar mejores condiciones laborales y salarios

Medio centenar de personas se han concentrado este lunes ante la residencia Balàfia 1 de Lleida para reclamar mejoras laborales y salariales de los trabajadores. El Comité de Empresa de esta residencia y de Balàfia 2 denuncia que la empresa que gestiona el funcionamiento de las residencias, Gestió de Serveis Sanitaris (GSS), "ignora" sus reivindicaciones desde hace años y que los trata como trabajadores "de segunda". El principal problema, dicen, es que los profesionales que trabajan en residencias se rigen por dos convenios y que se da el caso de que personas que trabajan "codo con codo" haciendo el mismo trabajo tienen condiciones diferentes. Representantes sindicales no descartan interponer un conflicto colectivo si no se llega a ningún acuerdo.

Las trabajadoras han sido acompañadas a la concentración por responsables sindicales, como Bea Bonilla, secretaria general de la UGT-Serveis Públics de les Terres de Lleida. Desde el pasado mes de diciembre, la empresa tiene sobre la mesa una propuesta del comité para mejorar las condiciones laborales y salariales de las plantillas, aunque no han recibido todavía ninguna respuesta al respecto. Bonilla ha explicado que reclaman un aumento de un 4% de los salarios y una reducción de la jornada actual de 1.792 horas. "Esperábamos que después de Navidad nos dijeran alguna cosa pero ha habido "silencio absoluto" por parte de GSS, lamenta.

Helena Motos, responsable de Sanidad de CCOO Lleida, alerta que las condiciones laborales hacen que hay mucha rotación de plantilla y que eso perjudica trabajadores, de que tienen que enseñar a las personas nuevas, y residentes, a que pierden su referente. Además, añade, hay trabajadores que hacen el mismo trabajo y que tienen condiciones diferentes según el convenio por el cual estén regidos.

El problema radica en las diferencias salariales y sociales que existen entre los profesionales que trabajan en las residencias, ya que en estos centros confluyen aplicaciones de dos convenios diferentes: Por una parte el convenio Siscat, que es lo que corresponde al Hospital Santa Maria y otros hospitales concertados de Cataluña; y por otra parte, el convenio Gercat, que es lo que se aplica a las residencias que conciertan más de un 60% de sus plazas con la Generalitat de Catalunya. Dos convenios muy diferentes que hace que haya trabajadoras y trabajadores "de primera y de segunda categoría" en un mismo centro de trabajo, denuncian.

Marina Alecsandroiui, enfermera y presidenta del Comité de Empresa de las residencias Balàfia 1 y 2 de Lleida, denuncia por ejemplo las ratios. "En una planta de 32 usuarios, al turno de noche sólo hay una gerocultora. No hay celador ni nada, por lo tanto las ratios dejan mucho que desear", dice.

Entre las dos residencias hay unos 130 trabajadores –incluidos los técnicos- que tienen que atender 154 usuarios más 60 del centro de día. Motos también comenta que el 70% de los usuarios son grandes dependientes y que la mayoría de las profesionales que trabajan en las residencias son mujeres y son trabajadoras "pobres" porque|para que la mayoría no llegan a cobrar ni 1.000 euros. "La pandemia ha demostrado que han estado haciendo un trabajo muy difícil e importante y hay que ponerla en valor", recuerda.