ENTIDADES REPORTAJE
Los inicios de Afanoc en Lleida
Tres amigas con un objetivo. Ayudar a las familias de niños y adolescentes con cáncer de las comarcas leridanas. Así nació la Associació de Nens amb Càncer (Afanoc) en Lleida.
Maite Montañés, presidenta de la entidad, junto a Àngels Antolín y Pili Vilella unieron fuerzas para atender a aquellas familias con hijos a los que se les había diagnosticado un cáncer y, tras recibir tratamiento en hospitales de Barcelona, regresaban a Lleida “perdidas y desorientadas”. La necesidad la sufrió en propia piel Montañés, cuya hija fue diagnosticada de leucemia. “Como madre, no decides que tu hijo tenga cáncer.
Pero tuve la suerte de poder contar con ellas, y con mi familia, y decidimos abrir una entidad en Lleida porque necesitas a alguien que te ayude en el proceso. Si puedes contar con profesionales que te presten atención psicosocial es un alivio”, afirma Montañés. Y, poco a poco, empezaron a “llamar a puertas”.
Montañés, Antolín y Vilella explican que el inicio de Afanoc en Lleida fue una cena solidaria a la que siguió un pequeño despacho que les cedió la Paeria en el Centre Cívic de Cappont. Hasta que en 2013 pudieron abrir la sede. “Al principio todo lo hacíamos en nuestras casas.
Cada una teníamos un rol y buscábamos toda la ayuda posible para lograr apoyos. Al principio contratamos a una psicóloga externa para atender a la primera familia que acudió a nosotros”, señalan. De esa primera familia, con un niño con cáncer de 10 años, han pasado a la actualidad a atender a 144.
En una década, 600 personas se han beneficiado de las atenciones de Afanoc en Lleida, ya que no solo se centran en el niño o adolescente con la enfermedad, sino también en su entorno más cercano. “Empezamos tres personas que voluntariamente decidimos ayudar a las familias. Un camino al que se han unido muchas más a lo largo de los años y que nos han hecho crecer”, afirman.
Y uno de los principales retos fue la primera fiesta solidaria del Posa’t la gorra. “Pensamos a lo grande y decidimos hacerlo en la Seu Vella. La realidad superó nuestras expectativas porque la sociedad se volcó con nosotros.
Y ahí seguimos”, señalan. Una parte clave de este trabajo ha sido visibilizar el cáncer infantil, romper tabús y miedos a hablar sobre ello. Lo han conseguido gracias a las iniciativas en los centros educativos.
“Al principio las escuelas eran reticentes porque la palabra cáncer daba mucho más miedo que ahora. Pero los niños son una escuela de vida. Ellos hablan con más naturalidad y lo viven de otra manera, aseguran.
En estos diez años, la pandemia fue un punto de inflexión que les llevó a reinventarse y afrontan, como al resto de entidades, la necesidad de contar con más financiación. Confían en que en el futuro sea más fácil para las familias y avance la investigación contra el cáncer. Ellas seguirán con la misma ilusión.
El ‘Posa’t la gorra’ volverá a la Seu Vella el 5 de marzo
El próximo 5 de marzo la Seu Vella volverá a acoger, y será por décimo año consecutivo, la fiesta solidaria de la entidad Posa’t la gorra. La campaña más grande de sensibilización de Afanoc llega a su décimo aniversario con una gorra del diseñador catalán Xevi Gallego y una fiesta presentada por el Mag Lari y l Mariví Chacón de Lleida TV. La edición de este año estará dedicada al mundo de los cuentos e incluirá una veintena de actividades, rúas de animación y un escenario con actuaciones y la lectura del manifiesto.
También está prevista la actuación de los Castellers de Lleida. La gorra, necesaria para entrar a partir de los 3 años, se puede adquirir en la sede de Afanoc Lleida (calle Quatre Pilans, 7) y en los 60 establecimientos colaboradores, así como el mismo día de la fiesta en la Seu Vella. La semana pasada ya se había distribuido más de 6.000 gorras.
El objetivo es sensibilizar sobre el cáncer infantil, sobre todo a través de los más pequeños. Cada año, esta sensibilización llega a 12.000 alumnos a través de diferentes iniciativas en los centros educativos. Los actos se presentaron la semana pasada en un acto conducido por Toñy Castillo, directora del Aula Hospitalària del Arnau de Vilanova, y con la magia de Òscar de la Torre.
Reconocimiento de la discapacidad y ampliar la sede, entre los objetivos
Entre los objetivos por los que continúa luchando la entidad está el reconocimiento de la discapacidad del 33% en el momento del diagnóstico, para que estas familias puedan tener acceso “lo antes posible” a todas las prestaciones. Asimismo, quieren ampliar la sede y firmar nuevos convenios para dar respuesta a las necesidades de las familias. También consideran que es necesario que todos los niños y adolescentes con cáncer puedan contar con un profesor a domicilio, no solo cuando sea la etapa educativa obligatoria, y que el regreso al centro escolar pueda hacerse de forma más progresiva.
La entidad, con un equipo formado por cuatro profesionales, sigue apostando por el voluntariado, y anima a la ciudadanía a colaborar con su tiempo. Actualmente, cuenta con medio centenar de voluntarios fijos durante todo el año.