EDUCACIÓN
El aprendizaje no empeora por tener en clase compañeros inmigrantes o de hogares pobres, según un estudio
El sociólogo Julio Carabaña explica que ir a clase con un alumno pobre o rico "no influye en el rendimiento académico"
La segregación social o 'clasismo' educativo no influye por sí misma en los resultados académicos, por lo que tener compañeros inmigrantes o de hogares desfavorecidos "no empeora el aprendizaje escolar".
"Tampoco tener compañeros de hogares favorecidos lo mejora sin más", ha asegurado el sociólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Julio Carabaña, autor del informe 'La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolar', presentado este martes por la Fundación Europea Sociedad y Educación.
No obstante, el experto concluye en la investigación, basada en los informes PISA de 2003, 2012 y 2018, que lo que puede influir en los resultados académicos son los resultados académicos de los compañeros. Así, ha explicado que este 'efecto pares', es decir, la influencia de los compañeros en el rendimiento, "consistiría en que los alumnos de nivel académico alto ayudan, mientras los de nivel académico bajo perjudican". Por ello, la segregación académica produciría un 'efecto pares' que, a su vez, "reforzaría la segregación académica". "Si voy con alumnos académicamente buenos eso me va a favorecer. La segregación académica produce una mayor desigualdad académica", ha advertido el sociólogo.
Durante la presentación del estudio, Carabaña ha señalado que es "un grave error pensar que el estatus social es un indicador de buen rendimiento académico": "Ir a clase con un alumno pobre o rico no influye en el rendimiento académico". El objetivo de esta investigación es relacionar la desigualdad social entre centros educativos con la desigualdad académica. En este sentido, el experto ha destacado que la desigualdad académica asociada a la desigualdad social en España "es casi la más pequeña del mundo, por detrás de Finlandia o Noruega", según los índices de la OCDE.
"Nuestra desigualdad académica general es menor que la media de la OCDE, entre centros es la mitad de la OCDE y la desigualdad académica asociada a la desigualdad social es muy pequeña en España", ha resumido Carabaña. Para el catedrático de la UCM, la tarea de quien pretenda reducir la desigualdad académica por la vía de reducir la desigualdad social "promete ser bastante ingrata". "Tiene muy poco que hacer, muy poco que reducir, y es muy difícil hacerlo", ha sentenciado.
El estudio subraya que las consecuencias de incrementar la segregación académica "son inciertas en términos de nivel medio, dependiendo de si el efecto reforzante de la concentración de alumnos buenos es mayor que el debilitante de la concentración de alumnos malos o a la inversa". En cambio, apunta a que parece seguro que la segregación académica "aumenta la desigualdad". Precisamente, el experto incide en que la segregación social, o el "clasismo" de las escuelas, "sería un problema porque produce segregación académica, la cual a su vez aumenta la desigualdad de resultados".
"La segregación social no es un problema de los sistemas educativos sino, a lo sumo, un agregado de problemas a nivel local, y sus causas son variadas y complejas", ha apuntado Carabaña tras recordar lo que debe entenderse por segregación social (socioeconómica, por tipo de gestión, por el origen cultural o étnico, y académica). El sociólogo ha concluido que existen problemas de segregación "varios y dispersos, de consecuencias muy limitadas, de diferente magnitud y cuyo ámbito de diagnóstico y tratamiento son los espacios en que los alumnos pueden moverse por sí mismos entre la casa y la escuela".
"Es posible que, en muchos de ellos, el impacto de la segregación social sobre la desigualdad de resultados llegue a ser tan débil como a escala más amplia, si no más, pero también es posible que haya lugares en que el impacto sea fuerte", ha dicho.