El Pirineo presume de mariposas

El Parc Natural de l’Alt Pirineu ha puesto en marcha recientemente un estudio para cuantificar los cambios de las poblaciones de mariposas presentes en el espacio natural. El objetivo es establecer un programa de seguimiento para detectar tendencias poblacionales e indicadores que determinen su estado de conservación. Asimismo, el estudio también servirá para obtener información de los hábitats y sistemas en los que están presentes.

Parte del seguimiento se ha llevado a cabo en el marco del programa Catalan Butterfly Monitoring Scheme, coordinado por el Museu de Ciències Naturals de Granollers, que monitorea las mariposas diurnas. Así, en sus dos años de funcionamiento, y con dos estaciones en la conca de Coma de Burg y en el refugio de Fornet, en la Vall de Bonabé, se han observado un total de 108 especies de mariposas. Asimismo, en el conjunto del Parc Natural de l’Alt Pirineu, se han llegado a encontrar 168 especies de mariposas diurnas.

Entre las especies más destacadas se encuentra la Boloria eunomia, clasificada en peligro de extinción. En la península ibérica solo se han localizado en Cantabria y en una zona del Pirineo que va desde el este del Pallars Sobirà hasta el valle de Eina, en territorio francés. Además se han detectado ejemplares de Aricia nicias (en la imagen), una especie también en peligro de extinción y presente en el Pirineo en zonas entre la Val d’Aran y el Pallars Sobirà y otras entre la Cerdanya y Andorra.

Mañana presentan una guía sobre plantas y lepidópteros

? El Museu de Ciències Naturals de Granollers presentará mañana en Isil un desplegable en el que recoge las plantas y voliaines (mariposas en habla pallaresa) indicadoras de los prados de pastoreo. Y es que, según explican en el Parc Natural de l’Alt Pirineu hay zonas con mucha riqueza de mariposas generadas indirectamente por la acción agroganadera. Por ello, la identificación, conservación y recuperación de estos puntos supone un objetivo prioritario.

También recalcan la necesidad de proteger las zonas húmedas del Pirineo, que albergan muchos lepidópteros.