Más adicciones en edades tempranas

Reflexionar sobre los problemas de salud mental y las adicciones en la población joven y promover proyectos de prevención tanto en el ámbito comunitario como el educativo. Estos fueron los objetivos de la jornada que se llevó a cabo ayer por la mañana en el auditorio del Centre de Cultures de la Universitat de Lleida (UdL) y que estuvo organizada por los servicios territoriales de Derechos Sociales, en colaboración con la Coordinadora Salut Mental Catalunya-Terres de Lleida y la facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social. En la conferencia inaugural, el doctor Francisco Javier Samper, médico especialista del Servicio de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Hospital Santa Maria, y Neus Aymamí, psicóloga responsable de la Unidad de Juego Patológico y Otras Adicciones Conductuales del mismo hospital, arrojaron luz sobre las características de las adicciones entre los más jóvenes, que se han incrementado en los últimos años.

En el caso del consumo de drogas, Samper apuntó que “se han introducido nuevas drogas a un precio muy bajo, lo que facilita su acceso y ha propiciado nuevos perfiles de consumidores”, al mismo tiempo que hizo hincapié en la importancia de llevar a cabo una intervención comunitaria, desmontar mitos sobre esta problemática y potenciar las capacidades de estos pacientes. Por su parte, Aymamí explicó que su unidad atiende cada año a cerca de un centenar de nuevos pacientes mayores de 17 años con problemas de ludopatía, la mayoría por adicción a las apuestas deportivas, las máquinas tragaperras y los juegos online. Se calcula que cerca de un 2% de la población general tiene problemas de adicción al juego en España, un porcentaje que asciende al 8,9% en el caso de los adolescentes.

El acceso a las pantallas desde edades cada vez más tempranas contribuye al incremento de las adicciones a las tecnologías, en las que también intervienen factores biológicos, psicológicos y socioambientales. El parón de la pandemia benefició a las personas con problemas de adicción a los juegos presenciales y, al mismo tiempo, provocó un ligero aumento en el abuso de videojuegos entre los más jóvenes.