Mi empresa no me deja teletrabajar: ¿Qué puedo hacer?

En la sociedad post-pandemia, el teletrabajo ha dejado de ser una rareza, de manera que se ha pasado de una presencia casi testimonial del teletrabajo a un volumen más que considerable. Según InfoJobs, en España el número de vacantes en las que se ofrece teletrabajo duplica las cifras de 2021 y multiplica por diez las de 2020.

En principio, todos los empleados/as pueden solicitar teletrabajar, exceptuando aquellos cuyo trabajo no pueda realizarse a distancia, evidentemente. En aquellos casos en los que sea posible, lo que la legislación propone es que empresa y empleado/a lleguen a un acuerdo de teletrabajo, que finalmente deberá materializarse en un documento escrito donde se recojan las condiciones del acuerdo.  El empleado no puede exigirlo y la empresa no puede prohibirlo, pero tampoco está obligada a premitir que el empleado teletrabaje.

Si se llega a un acuerdo con la empresa y finalmente el teletrabajo no ofrece los resultados esperados, cualquiera de las dos partes puede desistir. La empresa tendría que demostrar que la productividad se ha visto resentida y el empleado/a tendría la opción de volver atrás si cree que la fórmula no está funcionando. O lo que es lo mismo, regresar a la oficina física.

Según la legislación vigente, no hay un tope de días a la semana en los que se pueda teletrabajar. Eso sí, para poder acogerse a la ley del teletrabajo, el empleado/a tiene que desarrollar a distancia el 30 % de la jornada. Las empresas que han implantado modelos híbridos permiten a sus empleados teletrabajar tres o cuatro días a la semana a cambio de ir a la oficina uno o dos días, incluso con cierta flexibilidad. 

Si la empresa no está dispuesta bajo ningún concepto a dejar que el empleado teletrabaje, la única opción es acudir a la justicia demandando a la organización. La empresa tendría que demostrar que el teletrabajo no está siendo efectivo y hacerlo con datos objetivos. No en vano, ya existen sentencias por las que se ha obligado a las empresas a consentir el teletrabajo para facilitar la conciliación de los empleados/as.