Urgencias atiende entre 1 y 2 menores al día en Lleida con tendencias suicidas

Las atenciones por salud mental se han disparado desde la pandemia, también por conducta suicida. En el hospital Sant Joan de Déu de Lleida, las derivaciones de Urgencias del Hospital Santa Maria por conducta suicida en niños y adolescentes se han multiplicado por cuatro y de media, si antes de la Covid se atendían entre uno y dos casos a la semana, ahora son entre uno o dos casos al día. También se detectan casos derivados desde la atención primaria e incluso desde los propios centros escolares.

La psicóloga clínica Sara Marco, del Centro de Salut Mental Infantil y Juvenil del hospital Sant Joan de Déu de Lleida, señala que también ha bajado la edad de estos menores atendidos en el programa de riesgo suicida del centro, hasta los 10 años. “No suelen pedir ayuda de forma inmediata, primero buscan sus estrategias, hasta que la desesperación les hace plantearse verbalizarlo”, comenta. Entre los factores que pueden estar detrás de estas conductas, Marco apunta a aquellos más inmediatos como puede ser la exposición a las redes sociales y la frustración que generó el confinamiento.

061 Telèfon Línia d’atenció contra el suïcidi posada en marxa per Salut. 024 Atenció Telèfon del ministeri de Sanitat

Pero señala que han detectado un cambio social en el que los adolescentes toleran menos la frustración y se sienten desbordados por los retos que les plantea la adolescencia. “Se sienten solos, desconectados de todo y las redes sociales ejercen su influencia, con contenidos que muchas veces no tienen la madurez de procesar”, remarca. Para la psicológica, es esencial trabajar desde la prevención y no solo apostar por incrementar los recursos para la atención.

“Es más importante que no lleguen a estar mal”, destaca. Para ello, apuesta por un plan de prevención que se pueda trabajar desde los centros escolares para gestionar las emociones y trabajar la autoestima. También es importante limitar la exposición a ciertos contenidos en la red y el uso de los teléfonos móviles.

“Prohibir su uso en los colegios sí podría ser una norma”, indica. Para abordar esta problemática, Marco señala que la familia y el entorno es fundamental. “No siempre hay señales de alerta, porque hay casos en los que es muy difícil detectar una conducta suicida, pero si hay cualquier sospecha, se debe preguntar y pedir ayuda”, señala.

Los expertos señalan que los problemas de salud mental se han disparado, también entre los más jóvenes. Según datos de la Asociación Española de Pediatría, la pandemia ha provocado un aumento de hasta el 47 % en los trastornos de salud mental en los menores.

Aragonès: ‘Cada joven que se quita la vida es un fracaso colectivo’ El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, señaló ayer sobre el caso de Sallent y admitió que “cada joven que se quita la vida es un fracaso colectivo como sociedad”. En este sentido, subrayó que “se debe hacer mucho más” para evitar que pase. Aragonès añadió que la salud mental de los jóvenes preocupa al Govern y dijo que “desde el primer día, se ha incrementado el apoyo” en este ámbito. Asimismo, recordó que hay dos investigaciones en marcha, la del departamento de Educación y la judicial, y pidió respeto para la familia. En este sentido, dijo que se ha creado la figura del referente de bienestar emocional y se ha actualizado el código de riesgo de suicidio que, según subrayó, ha ayudado a prevenir que muchos casos se acaben materializando.