La ley animal vuelve a ser debate en el Senado

El proyecto de ley de bienestar animal, del que se han excluido los perros de caza, una norma que endurece las sanciones por maltrato a las mascotas y establece una batería de nuevos requisitos para los dueños, culminará hoy, miércoles, su paso por el Senado con su debate final en el pleno y la votación de cuatro propuestas de veto presentadas por PP, Vox, PNV y UPN.

Este polémico proyecto de ley, al que además se han presentado casi 450 enmiendas parciales pendientes de debate y votación también este miércoles, tiene como objetivo reducir el maltrato a mascotas y evitar su abandono, con sanciones de hasta 200.000 euros. La norma está siendo tramitada en paralelo al proyecto de ley de la reforma del Código Penal sobre maltrato animal, al que se han presentado, a su vez, 76 enmiendas parciales y dos vetos. Dichos vetos, propuestos asimismo por PP y Vox, se debatirán también este miércoles, junto con los cuatro anteriores, después de que en el trámite previo en el Senado fueran todos ellos rechazados por la Comisión de Derechos Sociales.

En el caso de que alguno de los vetos presentados nuevamente para la devolución de estas iniciativas llegara a prosperar hoy en el pleno del Senado, el proyecto de ley correspondiente regresaría al Congreso tal como llegó desde allí, para su aprobación final en dicha Cámara. Si finalmente no se aprobara ninguno de los vetos pero sí enmiendas parciales, el texto modificado habría de volver al Congreso para su ratificación final, algo que no sería necesario si no se incluyera nada nuevo hoy porque se darían por aprobados los textos.

Según el Ministerio de Derechos Sociales, dirigido por Ione Belarra, de Podemos, estos proyectos de ley dotarán a España de una regulación "pionera" aunque a día de hoy, los textos siguen suscitando gran polémica en amplios sectores jurídicos, científicos, políticos, económicos y sociales.

Una vez que sea aprobado el proyecto de ley de bienestar animal, su aplicación no será inmediata, sino que habrá que esperar al menos hasta el verano, porque su entrada en vigor se ha fijado una vez transcurridos seis meses desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Los perros de caza, durante toda la tramitación, han sido uno de los principales escollos de las negociaciones del propio Gobierno con continuos tira y afloja entre ambos socios, Unidas Podemos y el PSOE, y con el desenlace final del éxodo de dichos animales del texto original gracias a una enmienda socialista, que salió adelante con el apoyo de PP y Vox en el Congreso.

Dicha enmienda, que según el PSOE es la negociada con el sector rural y del campo, fue rechazada por la formación morada -sin representación ahora en el Senado- en el pleno del Congreso, en donde dicho grupo sí dio sin embargo su voto favorable al conjunto de la norma alegando que de otra manera no habría salido adelante.

Entre las enmiendas parciales al articulado registradas en el Senado, el grupo ERC-Bildu contrario asimismo a la exclusión de los perros de caza del proyecto de ley de bienestar animal y que también votó a favor de la norma en el pleno del Congreso, ha propuesto al grupo socialista volver al consenso original para considerar a todos los perros por igual en la ley.