El feminismo toma las calles de Lleida para exigir una sociedad igualitaria

“Igual trabajo, igual salario”, “queremos ser libres, no valientes” y “fuego al patriarcado”. Estas fueron ayer algunas de las consignas que podían leerse en las pancartas de la militancia violeta que llenó las calles de Lleida y que resumen el espíritu de una jornada que, una vez más, reivindicó una sociedad igualitaria sin discriminación laboral ni violencia de género. Como viene siendo habitual en la capital del Segrià desde hace cuatro años, el movimiento feminista estuvo dividido en dos manifestaciones que comenzaron con media hora de diferencia.

Cada una de ellas reunió a unas 800 personas, según las estimaciones de la Guardia Urbana, que clamaron por la igualdad efectiva de derechos entre hombres y mujeres. La protesta convocada por Marea Lila partió de la plaza Ricard Viñes y recorrió la Rambla d’Aragó, la avenida Catalunya y Blondel hasta la plaza Sant Joan, donde leyeron un manifiesto que llamó a la movilización social para destruir la estructura patriarcal y “luchar por los derechos, la igualdad de oportunidades, la equidad y la justicia”. Recordaron que, a pesar de los avances conseguidos en las últimas décadas, “todavía el 95% de las personas que reducen su jornada de trabajo para cuidar de un tercero son mujeres; todavía la brecha salarial entre hombres y mujeres en nuestro país se sitúa en el 20,9%; y todavía en 2022 fueron asesinadas 49 mujeres a manos de sus parejas o exparejas y aumentaron las denuncias por violencia de género y agresiones sexuales”.

Además de exigir condiciones laborales dignas para todas las trabajadoras y el fin de los discursos antifeministas, reclamaron garantizar el derecho al aborto en todo el territorio “de forma igual y a través de la sanidad pública”. Por su parte, la manifestación de la Coordinadora 8M comenzó en la plaza 8 de Març y acabó delante del edificio de la Paeria, en la avenida Blodel. Su discurso reivindicativo empezó haciendo referencia a los casos de abusos sexuales del Aula Municipal de Teatre de Lleida.

“Basta de impunidad a los abusadores, ni en el Aula ni en ningún sitio. ¡Continuaremos luchando hasta que caigan todos!”, clamaron. También exigieron mejorar la atención primaria y los servicios especializados contra la violencia machista, las condiciones laborales dignas, un sistema sociosanitario cien por cien público y blindar el acceso a la vivienda para todos, especialmente, para las víctimas de violencia machista.

En la misma línea que Marea Lila, reclamaron que “todas las mujeres y personas gestantes que quieran abortar no sean juzgadas ni infantilizadas y que cuenten con el acompañamiento emocional necesario”.

El 48% de los usuarios de Creu Roja son mujeres

Les mujeres representan más del 48% de las personas atendidas en proyectos de extrema vulnerabilidad de Creu Roja en Lleida. En concreto, la entidad atendió el año pasado a 6.362 mujeres en programas destinados a cubrir las necesidades básicas de alimentación, higiene o suministro de luz y gas; 750 en programas de atención a personas mayores (40% del total de participantes); y 502 en proyectos de ocupación (29%). Además, Creu Roja Lleida cuenta con proyectos específicos para mujeres en situación de dificultad social.