La UdL acoge la apertura de los actos para conmemorar el centenario del nacimiento del bioquímico leridano Joan Oró

El Auditori de la Universitat de Lleida, en el campus de Cappont, acogió ayer la apertura del Any Joan Oró para rendir homenaje en el centenario de su nacimiento al bioquímico leridano, “que amaba la ciencia y tenía emoción por la vida”, según destacaron familiares, autoridades y figuras del mundo cultural y científico. En el acto inaugural, al que también asistió el escritor Josep Vallverdú, que nació el mismo año que Oró, intervino la hija del científico, Maria Elena Oró, que recordó el legado de su padre, del que puso en valor su “enorme curiosidad” por conocer el origen de la vida. En una carta que ella había escrito a sus nietos, recordó que su padre siempre decía que “somos polvos de estrellas” y que “amaba la ciencia y que la ciencia le hablaba”.

“Decía que solo una sociedad bien informada será capaz de enfrentarse a los retos del siglo XXI”, destacó, y añadió que su padre ya hablaba de la importancia de distribuir los escasos recursos naturales para “vivir en armonía y en paz”. Por su parte, el rector de la UdL, Jaume Puy, destacó que Joan Oró “forma parte del paisaje de Lleida” y recordó que ya cuando era panadero “se planteaba el origen de la vida”. Tras destacar su coraje y motivación, que le llevó a hacer carrera en EEUU, Puy señaló que Oró, al que calificó como “el científico leridano más influyente de todos los tiempos”, era un “entusiasta de la ciencia” y que dejó un legado para toda la humanidad.

Mientras, el presidente de la Diputación, Joan Talarn, afirmó que 2023 es un año muy importante para las comarcas leridanas, por los centenarios de Joan Oró y Josep Vallverdú, lo que calificó como un homenaje al talento leridano. “Debemos fomentar este talento investigador y emprendedor porque es trabajar por el territorio”, señaló. Un referente a nivel mundial es también lo que subrayó de Joan Oró el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo.

El paer en cap, que agradeció la presencia en el acto de los exalcaldes Antoni Siurana y Àngel Ros, recordó que el Any Oró es una “gran oportunidad” para celebrar el impacto del científico leridano y “proyectar sus valores, aspiraciones y su dignidad en las generaciones futuras”.

Los presentes ayer en el Auditori de la UdL pudieron ver un vídeo en el que hablaban diferentes personalidades del mundo científico que conocieron a Joan Oró y su legado. Lo calificaron de perseverante, inquieto, abierto, sencillo y cercano, que “nunca tenía un no para nadie” y que “tenía ganas de ayudar”, con “curiosidad por saber cada día más y más”. Destacaron sus “ganas de vivir, de descubrir”, su generosidad y sus ideas “sinceras y rigurosas”. Un legado que aún sigue estando muy presente, como dijo el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universitat de València, Juli Peretó, que repasó las aportaciones científicas de Joan Oró. Por su parte, el comisario del Any Oró, Joan Anton Català, explicó que los objetivos del centenario son explicar la figura del profesor Oró, acercar al público el origen de la vida, incentivar vocaciones científicas entre los más jóvenes y, sobre todo, “celebrar la vida”.

Entre la cincuentena de actividades programadas para los próximos meses, Català destacó la exposición itinerante que se inaugurará en septiembre en el IEI, así como conferencias por toda Catalunya y que también se harán en la Universidad de Houston. Habrá un festival en el Parc Astronòmic del Montsec, un cuento infantil, un documental y actos de reconocimiento en Bruselas y EEUU. En el acto inaugural participaron alumnos del Conservatori Municipal de Música y del Aula de Teatre de Lleida. La clausura fue a cargo del conseller de Universidades, Joaquim Nadal, quien afirmó que Oró “no temía hacerse preguntas fundamentales que rompían con el pensamiento tradicional”. Nadal indicó que “el sistema catalán de universidades e investigación ha progresado mucho” y que “el reto es seguir avanzando para continuar reteniendo y captando talento investigador”.

Un descubrimiento clave Joan Oró i Florensa dedicó su carrera al estudio del origen de la vida. Entre sus aportaciones destaca el descubrimiento de la síntesis de la adenina, uno de los principales componentes del ADN y crucial en los procesos celulares de generación de energía. Fue asesor en la NASA en el análisis de muestras lunares del Apolo y muy especialmente en el diseño de las misiones Viking en Marte.

“Siempre hablaba de ciencia, incluso en la cena”, dice su hija

Maria Elena Oró, hija del científico leridano nacido en La Bordeta y presidenta de honor de la Fundació Joan Oró, se mostró ayer “muy ilusionada” y “agradecida” por el homenaje que se le rendirá a su padre con motivo del centenario de su nacimiento. En declaraciones antes del acto inaugural, recordó algunas anécdotas familiares cuando vivían en Houston. “Trabajaba mucho en la universidad y cuando venía a casa a cenar siempre hablábamos de química y de las estrellas. Era una manera de aprender. Era científico siempre, nunca paraba”, destacó.

De hecho, señaló que la pasión de su padre por los estudios “nos llevó a hacer carrera a mí y a mis hermanos, que somos todos doctores”. También recordó a su madre, que era profesora. Maria Elena Oró destacó, sobre el legado de su padre, que “deja humildad y sensibilidad. Siempre nos recordaba que somos polvo de estrellas”. También tuvo palabras de reconocimiento para sus primos, en especial a Francesc Oró, “que han trabajado mucho para que este homenaje sea una realidad”.