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Arrels detecta más personas sin techo en Lleida y atiende a 142 en 2022
Un total de 2.337 beneficiarios directos de los programas de la Fundació, un 10% más
La Fundació Arrels Sant Ignasi ha cerrado su memoria anual de 2022 y ha constatado un incremento del 10% en las personas atendidas durante el año pasado. Según la memoria, fueron un total de 142 las que vivían en la calle, lo que supone un nuevo aumento respecto al año anterior, cuando contabilizaron a 115. La entidad señala que ha aumentado el perfil de personas muy jóvenes, de menos de 23 años, en situación de sin hogar, así como el aumento de mujeres también que viven en la calle.
“Esta es una noticia negativa para la entidad, ya que supone que ha aumentado el número de personas en situación de exclusión social”, señaló en un comunicado. En total, durante el año pasado atendió a 1.071 personas que viven en condiciones de precariedad, cifra que también ha aumentado respecto a 2021, cuando fueron 1.058. Asimismo, 5.866 personas se beneficiaron de algunos de los servicios y proyectos que ofrece la fundación, de los que 2.337 fueron beneficiarios directos, un 10% más que en 2021.
La entidad también ofreció acompañamiento a 364 personas migrantes en proyectos de alfabetización y a otras 376 personas con problemas de adicciones en activo. Según la memoria, se acompañó a 15 temporeros y a 134 niños y niñas en situación de riesgo. El reparto de alimentos es otro punto importante en la labor de Arrels Sant Ignasi.
El año pasado, el servicio de La Botigueta repartió un total de 4.398 lotes y se beneficiaron 3.529 personas, una cifra que aumentó un 8%. “La comunidad de personas que formamos parte de Arrels Sant Ignasi trabajamos con el objetivo de acoger, acompañar y defender a las personas en situación de más vulnerabilidad de la ciudad de Lleida y sus entornos. Y recordamos que detrás de cada cifra hay una historia de vida, un rostro, una persona”, señalaron desde la entidad.
Asimismo, lamentó las muertes de los ciudadanos a los que acompañan que, añadió, “en caso de las personas en situación de sin hogar siempre son con una edad mucho más avanzada”. La Fundació también remarcó la preocupación por llegar a nuevos donantes. El año pasado, la entidad logró 349 donantes y contaba con 277 voluntarios.
Por ello, señaló que “es vital que la ciudadanía y las políticas sociales” se adapten a los valores de solidaridad ante “la desigualdad creciente”.