SALUD
La salud de los bosques catalanes "está empeorando" por los efectos del cambio climático, la sequía y la presencia de plagas
La salud de los bosques catalanes desgraciadamente está empeorando como consecuencia del cambio climático, la sequía y la presencia de plagas y enfermedades que afectan a los árboles. Es una de las evidencias que ha recogido el Departamento de Acción Climática a través de la red de seguimiento '8x8Cat', que mide el estado de la masa forestal con del seguimiento de más de 9.000 árboles y sitúa la defoliación en torno al 30%. La directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio, Anna Sanitjas, ha subrayado que Catalunya vive un momento "de emergencia forestal" con una verdadera "guerra por el agua" en los bosques. Por eso, apuestan por impulsar la gestión forestal -con la mayoría de bosques en manos privadas- para mitigar las consecuencias.
El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural cuenta con una red de seguimiento de los bosques que analiza el estado general del arbolado en relación a los últimos diez años. Anualmente, personal técnico miden el diámetro de los árboles, evalúan las ramas y las hojas y toman muestras para comprobar su crecimiento. El análisis constata un incremento de problemas fitosanitarios en los ecosistemas forestales y las causas son diversas: factores meteorológicos extremas como sequía, ventoleras o tormentas y, también, la presencia de plagas y enfermedades que afectan a la masa forestal.
La red '8x8Cat' consta de 377 parcelas repartidas por toda Cataluña donde hacen seguimiento de 9.048 árboles. Las fincas están separadas entre sí por una distancia de ocho kilómetros. La directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio ha remarcado que la información recopilada permitió tener "el pulso" del estado de salud de los bosques catalanes y comprobar si hay mayor incidencia de plagas o la afectación por sequía. "También funciona como sistema de alarma para la detección precoz porque, si llega una plaga, podemos ubicarla y adoptar las medidas necesarias", ha precisado Sanitjas.
Con el análisis de los datos de los últimos años, Acció Climàtica ha comprobado que "desgraciadamente los bosques de Catalunya están empeorando a nivel de salud": "Hay más zonas afectadas por plagas y más defoliación por sequía". La defoliación es la pérdida prematura de hojas y se utiliza como indicador del estado de salud de los árboles. En 2022, la defoliación media fue del 30,8%. En los últimos años, la defoliación se ha mantenido en torno al 30%, lo que indica un nivel "moderado". El porcentaje actual de árboles con defoliación ligera es del 41%, mientras que sólo un 2% de los árboles presenta un grado de defoliación grave.
En 2022, las frondosas experimentaron una ligera mejora respecto al año anterior, pasando de un 41,2% de árboles sin daños al 43,5%. Las coníferas pasan del 48,3% de árboles sin daños al 38,7%. Las coníferas que más sufren un aumento de la defoliación (pino blanco, pino piñonero y pino laricio) son las que se encuentran en zonas más afectadas por la sequía y su defoliación media es de grado medio.
"Estamos en un momento de emergencia forestal donde el cambio climático y las altas temperaturas están poniendo los bosques contra las cuerdas", ha afirmado Sanitjas desde una de estas parcelas ubicadas junto a Cala Rostella, en Roses, en el Alt Empordà. La directora general de Ecosistemas remarca que en el país existen "masas debilitadas" y que esto facilita la irrupción de posibles plagas o males.
Sanitjas ha expuesto que la emergencia forestal va ligada al cambio climático, pero también es consecuencia del abandono de la gestión forestal durante las últimas décadas. El 75% de la superficie de bosques de Cataluña es propiedad privada. Esto ha hecho que "cada vez haya más árboles y más sotobosque en el bosque" provocando una verdadera "guerra por el agua" en momentos de sequía como la actual.
La directora general ha expuesto que, para adaptar la masa forestal al cambio climático, la Generalitat apuesta por incentivar la gestión forestal: "Necesitamos bosques con menos árboles pero más resistentes". Otra de las patas prioritarias a la hora de diseñar políticas es la prevención de incendios.
"Nos encontramos en un momento de cambios importantes que afectan de forma directa y en negativo a la salud de los bosques. Muchos de estos bosques cambiarán y tenemos la opción de que sea de forma gestionada y generando riqueza o que sea un cambio repentino como consecuencia de un gran incendios forestal que nos acabe haciendo perder biodiversidad y poniendo en peligro la vida de las personas", ha concluido Sanitjas que aboga por revertir la situación a tiempo y adaptar los bosques a las necesidades climatológicas del futuro.