Domingo de Ramos y devoción

Bellpuig abrió oficialmente el viernes la Semana Santa y ayer se sumaron a la celebración el resto de comarcas leridanas con un multitudinario Domingo de Ramos de bendiciones de palmas y una Processó dels Dolors de Lleida que recuperó los niveles de participación previos a la Covid-19. Miles de personas salieron a la calle para contemplar la comitiva formada por 1.100 personas y doce pasos que partió puntual del oratorio de la calle Cavallers a las siete y media de la tarde. Los ‘armats’ abrieron el paso y escoltaron a 550 vestas, unos ochenta penitentes cargados con cruces, catorce cofradías y siete bandas de música.

Marcado por un respetuoso silencio que solo rompieron la música, el retumbar de los tambores y los aplausos, los momentos más esperados llegaron en el último tramo de la procesión con la reverencia de ‘La Somereta’ y el encuentro de la Verge dels Dolors con el Crist de Natzarè, que este año tuvieron lugar en la plaza de Catedral y en el cruce de la calle Cavallers con Blondel para ampliar el espacio destinado al público. Este fue el punto y final de una jornada que comenzó en decenas de municipios con la bendición de palmas, palmons y ramas de laurel y olivo en el exterior de las iglesias para rememorar la entrada de Jesús en Jerusalén. Además, en el barrio de Pardinyes de la capital del Segrià también celebraron por la mañana la tradicional procesión con el paso de ‘La Somereta’, que finalizó con una eucaristía en la parroquia del Santíssim Salvador.

En El Palau d’Anglesola, después de la misa de Ramos, la iglesia de Sant Joan Baptista acogió una representación del Ball de la Passió ‘La Moixiganga’ por parte del Esbart Dansaire Sícoris de Lleida. Durante la acción se abrió una taquilla inversa para recaudar fondos para las obras en este templo.