Las plantas y árboles que desatan más alergias en Lleida

La llegada de la primavera y el buen tiempo es, para muchos, sinónimo de alergias al polen. Aunque según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) se prevé una temporada de alergias leve o moderada, las altas temperaturas que se registraron en marzo, el viento y la falta de lluvias han propiciado que la primera mitad de la floración arranque con retraso pero con mucha fuerza, con récord de concentraciones de polen del ciprés y el plátano en las comarcas leridanas. Así lo asegura el responsable del Servicio de Alergología del Hospital Santa Maria de Lleida, Lluís Marquès, quien destaca que “lo que vendrá en mayo y junio depende de si llueve o no durante este abril.

Si sigue la tendencia actual de sequía, la floración de las gramíneas no deberá ser importante”. Precisamente, esta familia de plantas que engloba muchas especies, como los cereales cultivados (trigo, avena, maíz, arroz), es la que causa más alergias en Lleida, seguida del bledo, el olivo, el ciprés y el platanero. Los expertos calculan que alrededor de un 25% de la población sufre algún tipo de alergia respiratoria − unos 107.795 leridanos − y que cada año hay un 1% de nuevos alérgicos.

De hecho, hay más alergias y se desarrollan a edades más avanzadas. “Antes, lo habitual era que a partir de los 50 o 55 años se perdía la alergia al polen y ahora, en cambio, no solo no se pierde sino que hay personas mayores que las desarrollan. Para poner un ejemplo, el otro día visité a un paciente de 78 años que empezó a tener alergia hace dos”, explica el doctor Marquès, que atribuye las causas a varios factores como “el aumento de las temperaturas por el cambio climático, que hace que haya más polen y durante más tiempo en la atmósfera; la destrucción de las zonas naturales por la urbanización progresiva o la contaminación atmosférica por motores diésel, que hace que haya en el aire un polen alterado que propicia la aparición de más alergias”.

Los síntomas son mucho picor en la nariz, la garganta o los ojos y ataques repentinos de estornudos que, a diferencia de un resfriado común, se prolongan durante más de una semana. Se debe acudir al especialista cuando estos síntomas interfieren en las actividades diarias o en el descanso nocturno.