La Passió Viva d'Oliana llega a la 27.ª edición con un espíritu de consolidación después del 'resurgir' de la postpandemia
Más de 200 personas se implican en el montaje, formado por nueve cuadros repartidos en diferentes espacios del casco antiguo
Oliana se prepara para celebrar este viernes a partir de las diez de la noche la 27.ª edición de la Passió Viva, que el año pasado "resurgió" después de un paro de dos años por la pandemia y que ahora se mantiene con un espíritu de consolidación de cara al futuro. Más de 200 personas, entre figurantes y voluntarios, se implican de forma directa en el montaje, el cual se lleva a cabo en diferentes espacios del casco antiguo del municipio alturgellenc. Este año se mantendrán los nueve cuadros de las últimas ediciones, aunque lo que se montaba en las escaleras de la Font, cerradas por obras, se ha trasladado a la calle Major. Otra de las novedades es el incremento de la decoración en el recorrido, con el objetivo de enlazar mejor cada una de las escenas.
El organizador de la Passió Viva de Oliana, Ricard Pérez, ha dicho que una de las finalidades de este espectáculo es "abrir el pueblo a todo el mundo". También ha puesto en valor el hecho de que esta se haga en el casco antiguo de la villa y al aire libre, lo que la sitúa como un elemento singular y original. Además, ha destacado que este acto se mete en una rica oferta que ofrece el municipio por Semana Santa, donde también desfilan los armados y se hace la cantada de caramelles, gracias a la colaboración de voluntarios.
A pesar de tratarse de un recorrido abierto, la salida se hace desde una carpa que se instala en la intersección entre las calles la Rasa i Germans Gomis. Desde allí, una banda ofrece un acompañamiento durante todo el circuito, que incluye la representación de la última cena, la plegaria en el huerto de Getsemaní, la traición de Judas, el camino hacia el Calvario, el dolor de Maria con Jesús y la muerte en la cruz, entre otros.