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Viacrucis y procesiones en todas las comarcas
La mayoría de municipios las celebraron ayer, Viernes Santo
Numerosas localidades de las comarcas de Lleida celebraron ayer el Viernes Santo con viacrucis o procesiones. Es el caso de Tàrrega, por ejemplo. La capital del Urgell congregó a centenares de personas que presenciaron el viacrucis con las Sibilas, siete tapices en forma de pendón, obra del artista pintor Francesc Marsà, y que se estrenaron el año pasado después de más de medio siglo.
Cabe recordar que en 2016 se recuperó la figura de los Armats, también tras casi 50 años. Por su parte, las calles de La Seu d’Urgell acogieron la procesión del Sant Enterrament, que cuenta con diez pasos y que se remonta al año 1603. Bossòst es el único pueblo que ha mantenido vivas las procesiones de Semana Santa en la Val d’Aran, que tienen lugar el Viernes Santo y Domingo de Pascua.
Organizadas por la Associació de Semana Santa, al margen de los oficios previstos por la parroquia, gran parte de los vecinos participa de esta tradición, convertida en un atractivo turístico. Por su parte, Esterri d’Àneu celebró la tradicional procesión de los Armats y el viacrucis. Una de las singularidades es la vestuario de los soldados, que lucen un corpiño y un faldellín de colores muy vivos, unas medias blancas, unas espardenyes y un casco coronado por un gran ramo de flores.
En medio de los Armats camina una joven que actúa como samaritana y que lleva un botijo. Ayer también desfilaron los Armats de Torrelameu. En Linyola y La Granja d’Escarp celebraron el viacrucis. Por su parte, La Granadella volvió a vivir el tradicional ‘desclavament’ en la iglesia de Santa Maria de Gracia, en una tradición que se remonta al año 1787.