Humor para plantar cara al Parkinson

“Hola, me llamo Anna, soy de Lleida y tengo Parkinson. Ya sé qué estáis pensado: Qué putada, pobre tía, es de Lleida!”. Así empieza su monólogo la leridana Anna Gómez Grau dentro del espectáculo Perfectamente imperfectos en el que, junto a otras siete cómicos, utilizan el humor para plantar cara a las enfermedades que padecen.

A Anna, periodista, le diagnosticaron Parkinson hace diez años, cuando tenía 40. Tuvo que dejar su trabajo en el departamento de comunicación del Síndic de Greuges y comenzó a hacer monólogos con el nombre artístico de Elefantana. Hizo del humor su mejor terapia contra su dolencia.

“Esta enfermedad, como cualquier otra crónica, tiene un doble impacto. Primero el diagnóstico en sí y todo lo que conlleva y, después, cómo te afecta socialmente. Hay tabúes y estigmas.

Te da miedo decir que tienes esta enfermedad por miedo a cómo reaccionará la gente. Si te mirarán con lástima. Y empecé a hacer monólogos sobre ello para ayudar a que las personas con enfermedades se sientan aceptadas”, señaló ayer a este diario.

“Hace unos meses contacté con otros cómicos de Barcelona, donde hace años que resido, para hacer un espectáculo y comenzó a salir gente”, añadió. El colectivo que impulsa la leridana está formado por ocho humoristas afectados por enfermedades crónicas con el objetivo de dar visibilidad para romper estigmas. “También pretende ser un referente para aquellas personas que estén en proceso de adaptarse al diagnóstico, ya que es muy habitual que al principio se tienda a esconder la enfermedad por miedo al rechazo”, destacó.

El espectáculo, que se estrenó el pasado octubre, se ha podido ver hasta ahora en la Rubia Teatre de Barcelona. En cada función actuan cinco cómicos y la próxima actuación está prevista para el 28 de abril en el Orfeó Gracienc de Barcelona. “Nos gustaría poder llevar este espectáculo a todas partes. También a Lleida, por lo que estaremos encantados si hay alguna sala interesada”, destacó.

Un 15% de los casos, de menores de 50 años

La enfermedad de Parkinson es la segunda patología neurodegenerativa con mayor prevalencia en España, tras el Alzheimer. Cada año se diagnostican unos 10.000 casos de Parkinson y existen al menos 150.000 personas afectadas en España, unas 900 en las comarcas leridanas.

Sin embargo, un tercio de los nuevos casos anuales están aún sin diagnosticar. Según la Sociedad Española de Neurología, hay un retraso en el diagnóstico de uno y tres años, y un 15% de las personas diagnosticadas son menores de 50 años. Según la OMS, la prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 25 años.

Entre los síntomas motores, los más habituales son el temblor y la lentitud de movimientos. Y además de los síntomas del inicio, aparecen otros con la evolución de la patología como las fluctuaciones motoras que se hacen presentes en más del 80% de los pacientes tras 5 y 10 años desde el diagnóstico. Pero los síntomas motores no siempre son los primeros en aparecer al inicio.

Hasta en un 40% de los casos la primera manifestación es la depresión y, esto, puede llevar a diversos errores diagnósticos. Entre otros síntomas no motores destacan la ansiedad, los problemas cognitivos, trastornos del sueño, dolor, estreñimiento, problemas de deglución o en la función genitourinaria.