TRADICIONES CELEBRACIONES
Las campanas llaman a la lluvia
Más de 60 campaneros se dieron cita ayer en Os de Balaguer para reivindicar el toque manual y celebrar la declaración de Patrimonio Mundial || Los repiques, también para acabar con la sequía
Más de sesenta campaneros procedentes de diferentes puntos de Catalunya y el resto del Estado se dieron cita ayer en la XXXV Trobada de Campaners de Os de Balaguer para celebrar por todo lo alto que la Unesco declaró a finales de diciembre el toque manual Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. A esta efeméride se dedicó el toque especial, aunque durante toda la mañana repicaron las campanas del municipio para anunciar todo tipo de mensajes como nacimientos o fiestas mayores. También para llamar a la lluvia y frenar la sequía asfixiante.
La alcaldesa de la localidad, Estefania Rufach, se mostró muy satisfecha ante el éxito de participación de un certamen que reunió centenares de visitantes para celebrar que “por fin somos patrimonio y hace 35 años que reivindicamos esta fiesta tan tradicional y tan nuestra”. Aunque esta práctica está cada vez más automatizada, esta localidad de la Noguera ha sabido preservar esta tradición y darle continuidad. Y a juzgar por la participación de jóvenes, el futuro del toque manual parece asegurado.
Uno de los participantes fue Oriol Calvera, un joven de 19 años de Les Borges Blanques y que toca desde los siete que ayer repicó las campanas en honor a la Mare de Déu de Montserrat y Santa Àgueda. Por su parte, Ignasi Cortés, miembro fundados de los campaneros de Os de Balaguer, se mostró contento porque la jornada gane interés y sirva para “reivindicar” el campanero “como figura al servicio del pueblo”. La jornada se complementó con una exposición de coches antiguos, un mercado de productos artesanos y una comida popular que prepararon para alrededor de 350 comensales.
También se descubrió una campana fundida en broce el día anterior. Al encuentro asistieron la directora general de Cultura Popular i Associacionisme Cultural de la Generalitat, Adelaida Moya, y el secretario general de la Federació Catalana d’Associacions i Clubs Unesco, Albert Martí.