Los 10 alimentos anti-edad que no deberían faltar en una dieta saludable
Los principales causantes del envejecimiento son los radicales libres, causados por condicionantes externos la contaminación industrial, tabaco, radiación, medicamentos, aditivos, pesticidas, consumo excesivo de fritos... y desde el interior, como resultado de reacciones químicas en el organismo, sobre todo de la respiración, la renovación celular y la actividad de las mitocondrias. Las mitocondrias son componentes de las células que se encargan de producir la energía y desprenden radicales libres que son muy destructivos y aceleran el envejecimiento.
Para frenar el envejecimiento, hay que disminuir la producción de radicales libres. Esto se consigue con antioxidantes, sustancias encargadas de neutralizar a los radicales libres y protegernos frente a su acción dañina sobre las células. Los antioxidantes los podemos encontrar en determinados alimentos:
CHOCOLATE NEGRO: su consumo (de manera moderada) aporta feniletilamida, un neurotransmisor que produce sensación de placer y ayuda a reducir el estrés y el cansancio. Es de los alimentos antiedad más rico en antioxidantes: polifenoles, flavonoides y antocianidina, que reducen los daños producidos por radicales libres, además refuerzan el colágeno.
BRÓCOLI: rico en vitamina A y beta carotenos, C y grupo B. Se considera un superfood por su contenido en sulforafano, de potencial anticancerígeno; luteína, quercetina y otros antioxidantes, siendo un gran aliado contra el envejecimiento y las enfermedades degenerativas.
ARROZ INTEGRAL: se considera uno de los mejores alimentos antiedad, rico en fibra, que mejora el tránsito intestinal y aumenta la sensación de saciedad; más vitaminas, minerales y proteínas que el arroz blanco; más de 70 antioxidantes de la familia de la vitamina E (tocotrienoles), que reducen el exceso de colesterol y proantocianidinas, que mejoran la circulación; gamma-oryzanol (es un fitoesterol que favorece el aumento muscular); ácido alfa lipoico (antioxidante muy potente y desintoxica tu hígado; glutation peroxidasa (depurativa) y la coenzima Q10 (te aporta vitalidad).
AVENA: es el cereal más rico en proteínas y fibra. Contiene fósforo, calcio, potasio, vitaminas del grupo B y K. El selenio, la vitamina E y la enzima superóxido dismutasa, la convierten en un gran antioxidante, bloquea los radicales libres y reduce la incidencia de enfermedades degenerativas del corazón, artritis, etc.
TÉ VERDE Y BLANCO: ricos en polifenoles, flavonoides (catequinas, 100 veces más antioxidantes que la vitamina C y 25 veces más que la vitamina E) y vitaminas A, C y E. El té blanco, al ser el menos procesado, pierde menos antioxidantes, por eso se le conoce como té de la belleza.
ALGAS: son los únicos alimentos antiedad que han desarrollado fuertes sistemas antioxidantes en respuesta a las condiciones extremas en las que viven (luz y oxígeno que forman radicales libres y agentes oxidantes). Contienen micosporinas (aminoácidos) que absorben radiaciones ultravioleta además de antioxidantes, clorofila, carotenos, polifenoles, polisacáridos y vitaminas E y C.
FRUTOS ROJOS: contienen polifenoles, vitaminas beta caroteno, E y B9, flavonoides, resveratrol, cumarinas y magnesio. También contienen fibra insoluble y pectina (soluble), ácido málico y cítrico, convirtiéndolos en antioxidantes, bactericidas, diuréticos y protectores de los vasos sanguíneos. Sus betacarotenos los hacen ideales para problemas de vista. Son ricos en potasio y hierro “no hemo” que se asimila fácilmente gracias a la vitamina C que contienen.
AGUACATE: sus ácidos grasos monoinsaturados te ayudan a controlar el azúcar en sangre y el colesterol, la vitamina C previene el envejecimiento y facilita la absorción de las vitaminas E, K y B9. Contiene luteína (antioxidante de color amarillo que también se encuentra en la yema de huevo, zanahoria y espinacas) que funciona como filtro solar para tu vista, protegiéndola de la pérdida de visión. Combinado con vegetales crudos (en una ensalada por ejemplo) multiplica por 4 la absorción del licopeno (pigmento que da el color rojo a tomates y sandías), por 2,6 el betacaroteno (precursor de la vitamina A en zanahorias) y por 5,1 la luteína.
SALMÓN: es uno de los alimentos antiedad más ricos en omega-3. Su cantidad de minerales es 25 veces mayor que cualquier otro alimento de origen animal, así como sus vitaminas D, E y A. Su intenso color se debe a la astaxantina, 10 veces más antioxidante que otros carotenoides. Este antioxidante es muy polivalente ya que puede controlar más de 19 radicales libres al mismo tiempo (la vitamina C o E solo manejan uno cada vez); previene y trata la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), las cataratas y la fatiga ocular.
UVA: es uno de los alimentos antiedad más sabroso. Es muy antioxidante y reduce el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Su piel es rica en flavonoides y resveratrol, que se encuentra en piel y semillas, estando en mayor proporción en las uvas negras. Rica en taninos y antocianos (responsables del color del vino), de propiedades astringentes y antiinflamatorias. También contiene ácidos tartárico y málico, minerales y vitaminas, aunque pobre en vitamina C. Aporta azucares de fácil asimilación, por lo que tómalas con moderación.