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La cara más festiva del fuego
La luz y la pólvora sellan la jornada de la Festa Major
El popular Correfoc volvió con todo su esplendor para cerrar las actividades de cultura popular de la jornada de ayer. La plaza del Seminari fue el punto de partida desde el que dos grupos de demonios salieron en pasacalles quemando más de 90 kilos de pólvora. Cientos de personas, con un ojo puesto en el cielo, no quisieron perderse el carrusel pirotécnico de la Festa Major y disfrutaron del espectáculo de fuego, cohetes y color que durante más de una hora encendió el Centre Històric de la ciudad.
Los Diables de Lleida y los Dimonis dels Trons fueron los grupos de demonios encargados de poner el colorido con sus bailes acompañados de ráfagas de fuego y el ruido de los cohetes. Salieron desde la plaza Seminari y recorrieron la calle Companyia, calle Galera, calle Alsamora, Calle Joan Segalà, plaza Antoni Maria Claret, calle Palma, calle Almodí Vell, calle Caldereries, calle alcalde Mestre, avenida Blondel hasta llegar a la plaza Sant Francesc. Durante todo el recorrido a cada lado de la calle la gente, la mayoría de ellos con capuchas y telas en la cara para protegerse, se colocó para vivir la tradición del Correfoc lo más cerca posible.Cuando los dos grupos de demonios se encontraron, el Drac Carrincló y los Marraquets, en la avenida Blondel frente a la plaza San Francesc, se produjo la eclosión total del Correfoc y el carrusel se convirtió en una avalancha de fuego que, animado por la música en directo, parecía que la zona estaba ardiendo.
El encuentro de las tres figuras puso el broche a un evento en el que se quemaron casi 100 kilos de pirotecnia con las carretillas, fuentes, tiras de crackers y demás artilugios típicos del Correfoc y que dieron un colorido especial a la noche.
Las nubes acompañaron en todo momento al ‘correfoc’, pero la lluvia no llegó a caer, permitiendo el desfile
Las dos tradiciones de mayor arraigo popular de Tàrrega, El Ball de l’Eixida y la procesión de Les Santes Espines, inauguraron ayer las fiestas locales de Tàrrega acompanyadas de las entidades de la cultura popular. La fiesta de les Santes Espines, que se remonta al 1551, lució los colores de las entidades locales desde el Esbart Albada, que este año cumple su 70 aniversario, a la Targafera, L’Home de la Barra, los Targalets, los Cavallets, la Falel·lera Gegantera, los Nans de Guixanet y los Grallers del Tararot, una comitiva de más de 200 participantes que recorrieron la zona comercial hasta llegar a la plaza Major donde el Vicario General de Solsona, Marc Majà, remojó las reliquias para pedir que llueva. Tomó el relevo de la celebración el Ball de l’Àliga de dos cabezas que rinde tributo a las relíquias y a la ciudad.
Luego, la alcaldessa, Alba Pijuan, dio los primeros compases del Ball de l’Eixida, un estribillo que la Cobla Tàrrega repite una y otra vez mientras se suman a la danza las entidades locales y luego los vecinos de Tàrrega hasta llenar la plaza Mayor de fiesta. Por la tarde se inauguró el 35 Aplec del Cóc i Mostra de Productes de la Fleca (más información en página 43) y también tuvo lugar el Corretossino que recorrió el centro ciudad. Por la noche estaba previsto la celebración de la Nit del Tararot.Hoy Tàrrega honra a la Virgen de Alba, y celebra la 34 Trabada de Gegants el 39 Aplec de Sardanes y pondrá el punto y final con el castillo de fuegos junto al río Ondara.