SALUD
Nace en el Hospital Clínic un bebé hijo de la primera mujer trasplantada de útero al Estado
La madre, que nació sin este órgano y sin trompas de Falopio, recibió el de su hermana el año 2020
El Hospital Clínic ha vuelto a dar un paso de gigante en materia reproductiva. El 10 de marzo, el centro acogió el nacimiento de Jesús, el hijo de la primera mujer trasplantada de útero al Estado. El bebé, que abandonará el hospital este lunes después de dos meses y medio en la UCI, nació prematuro porque la madre desarrolló preclampsia. El trasplante que ha hecho posible el hito tuvo lugar en octubre de 2020 y se hizo gracias a la donación en vivo del útero de la hermana de la paciente. La mujer sufría el síndrome Rokitansky, un trastorno congénito del aparato reproductor que hace que las afectadas nazcan sin útero ni trompas de Falopio. Después de tres transferencias embrionarias, en septiembre de 2022 se quedó embarazada.
El pequeño Jesús es uno de los 50 niños y niñas nacidos en todo el mundo después de un trasplante de útero, una operación muy compleja fruto de una técnica que en Cataluña todavía se encuentra en proceso experimental. Tamara Franco, la madre del bebé, es una murciana que nació con el síndrome Rokitansky, una enfermedad congénita que hace que las mujeres que la padecen no tengan ni útero ni trompas de Falopio. "Ser madre siempre había sido mi sueño", ha explicado la mujer que ha asegurado que siempre pedía muñecas y cochecitos por Reyes. Aunque Franco ha reconocido que el proceso para llegar a alcanzar este objetivo ha sido "muy duro", ha remarcado que no se arrepiente y que "ha merecido la pena".
El periplo de Franco se inició en 2015, cuando decidió que quería quedarse embarazada. Ella y su pareja acudieron a la sanidad pública de Murcia y de Valencia y como no obtuvieron solución a su problema, finalmente terminaron en el centro barcelonés. Según ha explicado Francesc Carmona, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínic, en 2015 este hospital presentó al comité de ética el primer proyecto para llevar adelante esta operación. La propuesta tuvo que pasar por varios comités de bioética antes de obtener la autorización para poder ejecutarse. Jugó un papel destacado la hermana de la paciente, que fue la donante de útero en vivo. Por último en octubre de 2020 tuvo lugar la intervención que duró 21 horas.
Una cirugía de alta complejidad
Los expertos han explicado que esta intervención fue "muy compleja" y han detallado que la extracción del útero duró once horas y su implantación en el cuerpo de la paciente otras cinco. Antonio Alcaraz, el jefe de Urología del Hospital Clínic, ha comparado la dificultad de esta operación con un trasplante facial "con la diferencia de que aquí nos lo jugábamos al todo o nada porque lo funcionaba o no".
Dos meses después de la operación, Franco tuvo su primera menstruación, lo que según los doctores "fue la primera muestra del éxito de la intervención". La paciente se sometió a un tratamiento de reproducción asistida y al segundo intento logró quedarse embarazada. Desgraciadamente, ese proceso no salió adelante y sufrió un aborto a las ocho semanas. El doctor Francesc Carmona ha relatado que fue muy difícil porque se produjo la pandemia de la cóvid-19, la mujer contrajo la enfermedad y tuvieron que volver a estimularla antes de intentar implantarle un nuevo embrión. Esta tercera transferencia sí fue efectiva y el 10 de marzo de este año dio a luz a Jesús.
El parto tuvo que ser por cesárea programada, ya que Franco desarrolló preclampsia y los ginecólogos decidieron que el pequeño naciera en la semana treinta. El bebé ha estado dos meses y medio ingresado en la UCI de recién nacidos, pero según el equipo médico su evolución ha sido muy positiva. Cuando nació pesaba 1.100 kg y ahora pesa ya 3.210 kg, lo que se considera un peso óptimo para un recién nacido de 40 semanas. Y es que este lunes es el día en el que Tamara Franco hubiera salido de cuentas. Cumplido el deseo reproductivo de la paciente, los médicos procedieron a retirarle el útero.
50 bebés fruto de trasplantes de útero
Según los médicos, en todo el mundo hay más de 50 niños nacidos por un trasplante de útero. Según Carmona 107 mujeres han consultado al Clínic sobre un trasplante de útero en los últimos años, dos han sido trasplantadas, una de ellas, Tamara, y otras dos están en proceso de estudio. Para Carmona, el caso de Tamara Franco evidencia la viabilidad de la técnica y "abre la puerta a que otras mujeres con factor uterino absoluto, es decir a las que el útero no les funciona porque han sufrido una enfermedad o porque tienen algún tipo de malformación, entre otras causas, puedan someterse al proceso”.
En este mismo sentido se ha expresado el doctor Alcaraz que ha dicho que aunque el trasplante "siempre tiene un matiz mágico" porque supone reconstruir algo, en este caso se va más allá: "No es que estemos sacando a alguien de una diálisis, sino que tenemos la sensación de haber creado las circunstancias para que la vida vuelva a surgir”, ha afirmado. El médico ha añadido que ésta es "una historia de emoción y pasión".
Por su parte, el consejero de Salud, Manel Balcells, ha calificado el caso de "pequeño milagro de la ciencia" y ha señalado que éste es un día para sentirse orgulloso del sistema público de salud. Ha destacado el trabajo multidisciplinar con más de 20 profesionales que ha impulsado el Hospital Clínic para hacer posible este avance y ha dicho que este centro es "punta de lanza" de la sanidad catalana. Balcells ha reconocido que no ha sido fácil "romper moldes" y en cuanto a la posibilidad de que esta técnica acabe extendiéndose, ha dicho que habrá que ir paso a paso.