SALUD BIENESTAR
Mil caras de la esclerosis múltiple
El Centre Neurorehabilitador Miquel Martí i Pol de Lleida atendió el año pasado a 150 personas con esta patología degenerativa || Celebra el Día Mundial con una jornada de puertas abiertas
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central, se diagnostica más en mujeres que hombres y es la principal causa de discapacidad en jóvenes, después de los accidentes de tráfico. En las comarcas leridanas, se calcula que cerca de seiscientas personas padecen esta patología y a día de hoy siguen luchando para conseguir que las enfermedades neurodegenerativas tengan la incapacidad del 33% automáticamente tras su diagnóstico. Coincidiendo con el Día Mundial de esta afección, la Fundació Esclerosi Múltiple abrió ayer las puertas de su Centre Neurorehabilitador ubicado en el CAP Onze de Setembre de Lleida, donde profesionales de diferentes disciplinas ofrecen un tratamiento personalizado a pacientes con problemas neurológicos.
“El año pasado atendimos a un total de 248 personas, de las que 150 (60,4%) padecen esclerosis múltiple”, explicó su directora, Mónica Nieves, quien apuntó que “la que se conoce como enfermedad de las mil caras −no todo el mundo tiene los mismos síntomas y la evolución es diferente− requiere de un tratamiento de mil vertientes en el que intervienen servicios como logopedia, fisioterapia enfermería o terapia ocupacional para mejorar la autonomía en el día a día”. Sobre el perfil de los pacientes, Nieves explica que “cada vez atendemos a más personas jóvenes de 20 y 30 años, aunque la media se sitúa entre los 40-45 años”. El tratamiento también pone el acento en el bienestar emocional de los pacientes.
Según explica la psicóloga Lourdes Assens, “la ansiedad y la depresión se han acentuado después del confinamiento. También el diagnóstico puede ser un choque, por eso es importante contribuir al bienestar emocional de los pacientes para que puedan avanzar en su día a día sintiéndose bien con ellos mismos”.
«Sin deporte no caminaría»
“Me diagnosticaron esclerosis en febrero de 2017, a los 30 años.
Un mes después me derivaron al Centre Neurorehabilitador Miquel Martí i Pol, que en estos seis años ha sido para mi un pilar tanto emocional como físico. Antes de que me detectaran esclerosis no conocía la enfermedad y eso siempre genera cierta angustia. Tengo debilidad muscular en la parte izquierda del cuerpo y, gracias al deporte y la fisioterapia, puedo mantenerme fuerte y caminar.
Todavía puedo moverme con independencia: conduzco con mi coche adaptado y en los trayectos largos también me ayudo de la silla de ruedas. Intento dar visibilidad a la enfermedad con diferentes iniciativas y estoy muy agradecida a los profesionales de la fundación. Por parte de mi entorno familiar, también he tenido un buen apoyo”.