Una ciudad en el interior del Aplec del Caragol

Cuando se habla del Aplec del Caragol solemos centrar nuestras miradas en las peñas y en los caracoles dejando a un lado el trabajo de gestión y logística que hay detrás para asegurar que durante los tres días que dura la fiesta no falte de nada. La sequía ha incidido en esta edición ya que debido a la falta de caracoles leridanos, desde la Fecoll han tenido que recurrir a granjas de fuera de Catalunya para disponer de las 13 toneladas de caracoles que se comen durante el fin de semana. “Ahora ya no supone un problema, los distribuidores saben el tipo de caracol que queremos así que no hay complicaciones con eso”, explicó el presidente de la Fecoll, Ferran Perdrix.La empresa BGrup es una de las encargadas de que todo funcione como es debido.

Para ello almacena 1.500 barriles de cerveza, otros tantos de refresco y más de 150 palets con productos varios como aceitunas o patatas.“Para nosotros el Aplec es la semana de más trabajo del año. Comenzamos un mes antes recibiendo y organizando todos los productos necesarios en el pabellón tres. Antes de comenzar con el montaje de las carpas ya hemos descargado unos 25 trailers con bebida, comida, barras, neveras y todas las estructuras que veis luego en la zona de las peñas”, explicaron a SEGRE los responsables de la distribuidora.

Por otro lado, la empresa leridana Gelats Glas también es una de las partes importantes de la fiesta ya que son los responsables de repartir más de 10 toneladas de cubitos de hielo y los típicos helados de Taronja Tropical o el Sant Honoré.