Broche final a un Aplec del Caragol de Lleida de récord

La edición número 42 del Aplec del Caragol de Lleida llegó ayer a su fin. Y lo hizo como el más multitudinario de su historia, gracias a la ampliación del recinto que ha permitido acoger a 115 colles (ocho más que el año pasado) con más de 14.000 peñistas, con la visita de unas 200.000 personas y el consumo de 13 toneladas de caracoles.

Una fiesta marcada “por la convivencia, la pluralidad y la diversidad”, como destacó el presidente de la Fecoll, Ferran Perdrix, que ha cumplido los objetivos de la organización gracias también al buen tiempo del fin de semana, a pesar del chubasco del sábado por la tarde. El Aplec del Caragol, sin embargo, ya mira al futuro más próximo, la siguiente edición, en la que desde la organización esperan contar con entre 5 y 8 colles nuevas que permitirán seguir batiendo récords de participación a la fiesta. “Es una gran fiesta con más de 40 años que ha convertido a Ponent en un referente en algo muy nuestro como la gastronomía.

Este tipo de celebraciones nos sirven también para establecer nexos de unión con otros países y desde la Generalitat tenemos muchas ganas de seguir trabajando en ampliar esta red de contactos con el exterior a través de iniciativas como el Aplec del Caragol. Por eso ya hemos comunicado a la Fecoll que tienen nuestra mano tendida para explicar la fiesta fuera de nuestras fronteras para conseguir hacerla todavía más grande”, explicó la consellera de Acción Exterior y Unión Europea, Meritxell Serret, que visitó ayer la zona de peñas.Sobre la presencia de visitantes foráneos, el presidente de la Federació de Colles del Aplec, Ferran Perdrix, señaló que en esta edición se han servido más de 2.500 menús y cerca de las 2.000 degustaciones. “Son cifras muy buenas y que nos confirman que hemos acertado con la ubicación del restaurante.

Además, la gente que ha pasado por aquí nos han dicho que quieren volver y que hablarán de la fiesta en sus ciudades y países. Por lo tanto podemos decir que estamos muy contentos con el funcionamiento de la parte destinada al turismo”, apuntó Perdrix, que como anécdota comentó que ayer se acercó al punto de información un comercial de caracoles ucraniano para dejarles la tarjeta por si les interesaban sus servicios para futuras ediciones.A lo largo de los tres días en los que dura la fiesta no se produjeron incidentes relevantes. Hubo alrededor de 159 atenciones sanitarias, prácticamente todas leves por cortes, quemaduras o torceduras y hubo siete personas que tuvieron que ser trasladadas al hospital con problemas menores.