FIESTAS TRADICIONES
La Harpia llena Balaguer
La ciudad revive su pasado medieval con buena afluencia de público a pesar de la lluvia || La 'ballada del Salt de l'Harpia' y el 'Ball de Foc' fueron de lo más esperado del fin de semana
Balaguer retrocedió el fin de semana a su pasado medieval con una nueva edición de la feria Harpia que llenó de visitantes el centro histórico, especialmente en la jornada de ayer porque el sábado la lluvia hizo que el público fuese más escaso. La organización valoró “muy positivamente” la asistencia de visitantes, así como que “las diferentes actividades programadas se pudieron celebrar con normalidad”. También puso en valor la buena acogida de la reubicada zona infantil en la plaza del Pou, donde ya anunciaron que se mantendrá en próximas ediciones.
Uno de los momentos más esperados de la feria Harpia fue la bajada a la luz de las antorchas de los condes de Urgell, Teresa d’Entença y Alfons el Benigne, acompañados de la Harpia, un ser mitológico que representa una mujer alada, y un séquito de vecinos vestido de época entre los que estaba el alcalde en funciones, Jordi Ignasi Vidal. Una vez llegaron a la plaza del Museu tuvo lugar el estreno de la ballada popular del Salt de l’Harpia y el Ball de Foc de l’Harpia, en este último caso a cargo de los Diables Bèsties Feréstegues de Balaguer. Entre las actividades de ayer cabe destacar el espectáculo de magia medieval a cargo del Mag Reivax que llenó el centro de la plaza del Mercadal así como los juegos para los más pequeños.
Además del centro neurálgico del certamen en el centro histórico, fueron muchos los bares y restaurantes que participaron en la actividad conjunta Mossades medievals que permitió a los visitantes degustar una tapa medieval en cada establecimiento. Mientras, los comercios organizaron la gincana de l’Harpia, que también tuvo una muy buena acogida entre familias. Aparte de las numerosas actividades, en la plaza del Mercadal hubo más de 70 paradas con todo tipo de productos artesanos y gastronómicos.