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Un Sant Joan por todo lo alto
Por primera vez desde 2019, la noche más corta del año se celebró sin ninguna restricción|| Hogueras, petardos, 'falles', cocas y la Flama del Canigó, grandes protagonistas de la verbena
Hogueras, petardos, cocas, música, fuegos artificiales y falles en el Pirineo. Ninguno de estos ingredientes faltaron anoche en las comarcas leridanas que, por primera vez desde hace cuatro años, dieron la bienvenida al verano con una Nit de Sant Joan sin restricciones −en 2020 y 2021 la celebración estuvo marcada por la pandemia y, el año pasado, por la prohibición en algunos municipios de hacer hogueras para minimizar el riesgo de incendio forestal−. Como manda la tradición, la Flama del Canigó encendió la mecha de la noche más corta y mágica del año.
Decenas de entidades coordinadas por la misma Associació Flama del Canigó, Els Xafatolls de Mollerussa, la Penya Pedal de Bellpuig, el Club Ciclista Terraferma y los Ciclistes de Bellpuig propiciaron su llegada a más de setenta municipios de la provincia. En la capital del Segrià, una caravana de vehículos y ciclistas custodió la ‘luz de Catalunya’ hasta la plaza Paeria, donde leyeron un manifiesto que reivindicó la cultura catalana y se entregó la Flama a representantes vecinales para que encendieran las 27 hogueras autorizadas en toda la ciudad. Doblemente emotiva fue celebración en la capital del Urgell, donde se conmemoró en 50 aniversario de la llegada de la Flama del Canigó.
Para recordar esta efeméride hubo una simbólica muestra de fotos y recortes de prensa y el encargado de iniciar la lectura del manifiesto fue Eduard Seguí, presidente hace medio siglo de la Agrupació Amics de la Sardana, entidad que impulsó esta tradición a Tàrrega. Además, la Cobla Tàrrega interpretó una sardana dedicada a la Colla Cel Blau, que fue la encargada de bajar la Flama en la primera edición. En el Pirineo, Boí, El Pont de Suert, Casós, Vilaller, Isil, Alins y Alàs se despidieron de la primavera con el descenso de las falles.
En este último núcleo de Alàs i Cerc, su recién constituida Associació Cultural dels Fallaires destacó la participación y colaboración de los vecinos. Los fallaires encendieron el faro en los alrededores de la ermita de la Mare de Déu de les Peces y descendieron la montaña hasta la plaza de Alàs.También la Val d’Aran celebró sus Hèstes deth Huec −fiestas del fuego−. En Arties, festejaron el solsticio con el encendido del Taro, un tronco que los vecinos arrastraron en llamas por el pueblo, mientras que en Les se celebró la tradicional quema del Haro.
Horas antes de la verbena, el president del Govern, Pere Aragonès, pidió “fortalecer la lengua y la cultura catalana” ante la ofensiva del nacionalismo español y la ultraderecha. “Las primeras decisiones de los nuevos gobiernos muestran un claro mensaje de hostilidad hacia la cultura y la lengua que compartimos”, expresó en el acto institucional de la diada de Sant Joan celebrado ayer en el Palau de la Generalitat. Reivindicó el catalán como “un activo que amamos y queremos compartir” y lamentó “la ofensiva reforzada” contra la escuela catalana y el uso social del idioma.
Aunque las lluvias de las últimas semanas han dado una tregua a los incendios forestales, desde el departamento de Interior reiteraron las llamadas a la prudencia y a no bajar la guardia. En una entrevista a Catalunya Ràdio, el conseller Joan Ignasi Elena admitió que la situación actual “no es la de hace un año”, cuando por estas fechas ya habían quemado cerca de 4.000 hectáreas en Catalunya. “Fue el pico de mayor intensidad de incendios.
Ahora no es así, pero hay que ser muy prudentes” porque la masa forestal sigue estando estresada tras dos años de sequía, dijo Elena.