Documentan una casa de la Edad del Bronce a 2.280 metros de altitud en el Parc Nacional d'Aigüestortes

El Grup d'Arqueologia de l'Alta Muntanya de la UAB-CSIC ha documentado una casa de la Edad del Bronce en el yacimiento del Abric del Portarró, a 2.280 metros de altitud dentro del Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Ermengol Gassiot, director de la excavación, ha explicado que probablemente es el resto de construcción más antiguo documentado en todo el Pirineu, con unos 3.800 años de antigüedad. Este hallazgo aportará mucha información valiosa a los arqueólogos ya que de la Edad del Bronce hay muy poca a la zona de Aigüestortes y es el momento de la prehistoria en que se produjo el impacto humano mayor sobre la vegetación en la alta montaña. Además, también han localizado restos de cerámica y alguna punta de flecha.

Los restos de la casa que se han documentado se han localizado bajo la gleba que los arqueólogos han levantado para ampliar el área de excavación del Abric del Portarró. Lo que califican "de elemento singular" no se veía en superficie y a raíz de la excavación ya se aprecia la base de una pared de piedra.

Este hallazgo hará replantear los objetivos del Grup d'Arqueologia de l'Alta Muntanya que tenían previsto acabar la excavación en el Abric del Portarró este año. Ahora, tendrán que analizar si se tiene que acabar la excavación en este lugar y estudiar el uso futuro que se pueda hacer.

Las piezas de cerámica que se han encontrado en este yacimiento, bien sea para cocinar, comer o guardar alimentos, "son abundantes". Este hecho, según el arqueólogo Ermengol Gassiot, indica que durante la prehistoria el asentamiento en zonas altas era mucho más estable de lo que se podía pensar, probablemente entre cuatro o cinco meses. Y nada tenían que ver con las cabañas de pastor que actualmente se conocen donde la gente priorizaba la movilidad y llevar pocos utensilios.

Este año, durante los diez días que ha durado la excavación, han localizado cerámica pero también una punta de flecha. Gassiot ha destacado que en otras campañas encontraron restos de hoz, herramienta que servía para segar. Este dato puede llevar a pensar con un alta montaña con más campos de cereal de los que ahora nos podríamos imaginar a alturas por encima de los 2.000 metros.

Todos estos datos arqueológicos que excavación a excavación se van recogiendo a diferentes yacimientos del Parque Nacional contribuyen a cambiar la visión de la alta montaña, ha comentado Gassiot. En áreas por encima de los 2.000 metros de altitud no sólo la ganadería era la actividad predominante sino que también la agricultura podía tener un papel relevante, ha dicho. Las herramientas que se utilizaban para hacer las tareas agrícolas, y que los arqueólogos han documentado, eran de sílex, un material inexistente en el Parc Nacional d'Aigüestortes. Este hecho puerta a pensar que venía de fuera y que la gente se movía de un lugar a otro y no estaba tan aislada como se acostumbra a pensar.

Toda esta información recogida servirá para ampliar la base de datos de elementos patrimoniales existentes en el Parque Nacional de Aigüestortes, conocer mejor como se vivía en esta zona del Pirineo y generar dadas arqueológicas para ampliar el conocimiento de los procesos de ocupación humana de los espacios de alta montaña pirenaica.

El Abric del Portarró, en el Parc Nacional d'Aigüestortes

Los resultados obtenidos ya en campañas anteriores muestran que el Abric del Portarró y otros de próximos como el de Les Obagues de Ratera fueron lugares usados de forma reiterada en muchas épocas diferentes. En Les Obagues de Ratera, se confirmó el uso recurrente del abrigo como refugio desde hace 10.000 años.

El Abric del Portarró es un yacimiento arqueológico con una larga secuencia de ocupación humana que se extiende, como mínimo, desde el Neolítico antiguo (hace 7.200 años) hasta el s. XX, pasando por el Neolítico final (5.300-5.000 años de antigüedad), la Edad del Bronce (3.600-3.200 años de antigüedad), época ibérica, romana y la alta Edad Media. Los restos se localizan tanto al aire libre como en dos pequeños bloques erráticos desplazados en el lugar por los últimos glaciares, ahora hace más de 12.000 años.

Esta excavación, junto con las que se llevan realizando desde hace años en el Parc Nacional d'Aigüestortes, son las excavaciones arqueológicas prehistóricas a mayor altitud de la Península Ibérica.