El truco para enfriar la cerveza en minutos sin nevera ni congelador
Existe un truco que permite enfriar la cerveza en cuestión de minutos sin tener que meterla en la nevera o congelador y esperar.
Además, el proceso es relativamente sencillo: Hay que poner la cerveza dentro de un cubo, llenarlo con agua y hielo asegurándose que la bebida está cubierta por completa y por último, introducir la sal. En aproximadamente unos minutos, la cerveza estará lista para tomar. Y la clave no es el hielo, sinó la sal y la reacción endotérmica que provoca. La sal para disolverse necesita calor y al echarla en agua con hielo absorve el calor de la botella o la lata. Eso hace que se enfríe mucho antes de lo que lo haría si no hubiera sal en el cubo.
Para acelerar el proceso se puede hacer girar el contenido del cubo removiendo con un palo para que la temperatura baje más rápido al mezclarse el agua con el hielo y la sal.
Otro truco, aunque no es tan rápido, consiste en envolver en papel de cocina o servilletas mojadas las latas o botellines de cerveza. Es un sistema que funciona con cualquier bebida, también vinos y resfrescos. Una vez envuelta la lata o botella hay que meterla en el congelador y esperar unos 15 minutos.