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Alemania por carreteras secundarias

Un recorrido en coche de alquiler desde Hamburgo hasta Dusseldorf para asistir a dos conciertos de Herbert Grönemeyer y Nena y visitar lugares|sitios de memoria histórica

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

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Para|Por Joan Ramon Zaballos Rubio. Barcelona, 1962. Graciense de nacimiento y leridano de vocación. Catedrático de alemán. Cruzó Alemania en coche este 2023 para vivir en directo recuerdos del pasado. Ha viajado para|por unos 90 países y de algunos ha escrito artículos en SEGRE.

He viajado para|por unos 90 países y de algunos he escrito artículos en SEGRE. Este viaje forma parte de uno de los primeros puntos de la bucket list –lista de cosas a hacer antes de morir– que creé durante mi último año laboral. El viaje está diseñado para ver en directo a dos cantantes que formaron parte durante años de mi proceso de aprendizaje de la lengua alemana y que después les he utilizado también para mis clases en el EOI: Herbert Grönemeyer y Nena.

El primero actúa en Kiel y la segunda, en Gelsenkirchen. Durante el viaje veré cosas que serán un fuerte contraste entre lo mejor y lo peor de la historia y la cultura alemana. Aterrizo en Hamburgo y recojo el coche de alquiler. Hoy en Hamburgo visitaré la Montblanc Haus, el nuevo museo creado al lado mismo de la fábrica de la famosa casa de estilográficas. Un edificio en forma de caja de pluma Montblanc donde se puede disfrutar del mundo de la escritura a mano y sus utensilios más preciados y caros. Al día siguiente cruzo por carreteras secundarias la gran planicie de Schleswig-Holstein.

Quiero visitar el memorial de la marina alemana en Laboe, delante del mar Báltico. El memorial fue construido en 1936 para recordar a las víctimas navales de la I Guerra Mundial, ahora es un lugar|sitio de recuerdo a los marineros muertos de todos los países. El memorial consta de una impresionante torre de 86 metros en la cual se puede subir y disfrutar de una gran vista.

En el sótano y en la planta baja hay una cripta y un museo donde se honran los marineros caídos y se explica la historia de la marina de guerra alemana. Al lado de esta torre hay uno de los famosos submarinos alemanes U-Boot 995. El último que queda en el mundo. Se puede visitar por dentro. Todavía impresionado por las condiciones de vida dentro de estos ataúdes sumergibles voy hacia Kiel para disfrutar del primer concierto. En el Wunderino Arena no cabe ni una aguja|alfiler.

Grönemeyer con la suya peculiar ve y sus extraordinarias letras lleva|trae años seduciendo al público. Hoy nos ofrece un concierto de más de dos horas en el cual canta clásicos como Bochum o Männer y consigue con Herzhaft poner a bailar todo el público copiando los sensuales movimientos de la protagonista de la canción. Al día siguiente me dirijo a uno de los campos de concentración que quiero visitar: Neuengamme.

Es el campo mayor del norte de Alemania ya que consta del campo de concentración en sí y del campo de trabajo forzado que había al lado en el cual fabricaban ladrillos|tochos para la construcción. Cuando llego estoy solo. La mujer de la entrada se interesa por mi visita. Al saber que vengo de España me comenta que hace poco ha colocado un memorial dedicado a los españoles. Me dice que un comunista austríaco que estuvo en el campo los ayudó porque había estado a las Brigadas Internacionales. Cuando quiere continuar, le digo: sí, Hermann Langbein.

Ella calla, me sonríe y dice: ¡Usted y yo nos entendemos! ¡No hace falta que le explique nada más! Me pasaré más de 4 horas visitando el campo y escuchando con una audioguía las explicaciones. Visitar un campo de concentración impresiona, si además estás solo en un día frío y húmedo que te recuerda las condiciones de vida de los internos, el sentimiento de angustia no te deja hasta que coges el primer sueño. Llego de noche al hotel Schloss Villa Derenburg.

Soy el único cliente del hotel. Se pensaban que ya no vendría. Cuando veo la vitrina cerrada llena de máscaras de carnaval y una gran escultura de un sátiro raptando a una atractiva mujer que lleva un vestido|traje rojo, tengo la sensación que aquí se practican escenas de la película Eyes Wide Shut.

Los gritos de placer de la noche siguiente de clientes recién llegados parecerán que quieren confirmar mis sospites.Els próximos días visito algunas poblaciones que son Patrimonio de la Humanidad y que se encuentran muy cerca: Goslar, en la Baja Sajonia, y Wernigerode y Quedlinburg, en Sajonia-Anhalt. La II Guerra Mundial no las afectó mucho ya que no eran ciudades muy importantes ni zonas industriales. Después de la guerra Wernigerode y Quedlinburg quedaron en la zona comunista y por lo tanto la especulación inmobiliaria y el dinero para tirar casas viejas y hacer nuevas eran inexistentes.

El destino hizo que estas ciudades quedaran casi intactas. Ahora, gracias al dinero que ha llegado después de la reunificación y todo el saneamiento que se ha hecho para mantener estos edificios en buenas condiciones, han transformado las tres ciudades en lugares|sitios de una gran belleza y ejemplo de mantenimiento del patrimonio urbanístico. Las minas, ahora cerradas, de Rammelsberg al lado de Wernigerode también son Patrimonio de la Humanidad y ofrecen varios tipos de visita por dentro del gran complejo minero.

Aprovecho para visitar otro campo de concentración que me viene de paso: Mittelbau-Dora. En este campo de trabajos forzados se construían los famosos cohetes V2 dentro de túneles excavados en la montaña de Kohnstein. En mi camino hacia la ciudad de Gelsenkirchen paro a Wewelsburg para visitar este castillo que fue la sede de las SS de Himmler.

Ahora el castillo se ha transformado en un albergue de la juventud, pero hay un centro de información que recuerda con una gran exposición su pasado y su vinculación con el nazismo y las SS. En el castillo, en la sala de los Obergruppenführer (sala de los generales), todavía se puede ver el famoso mosaico llamado “solo negro”, que es todo un símbolo de los movimientos neonazis actuales. En la sala, ahora vigilada con cámaras de seguridad, hay grandes cojines|almohadas para estirarse que tapan este sol.

Es su manera dehumillar este símbolo nazi. Finalmente llego a Gelsenkirchen. Aquí podré escuchar en directo Niña, la cantante que se hizo famosa por los 99 globos rojos que provocan una guerra. Gelsenkirchen es un claro ejemplo de ciudad industrial de la zona minera del Ruhr. Ahora quedan antiguas instalaciones como Zollverein, en que son Patrimonio de la Humanidad. Mi viaje acaba en el anfiteatro del Nordsternpark.

Allí bajo las estrellas disfrutaré de las canciones de Niña que tantas veces escuché cuando estudiaba germanística y tantas veces he utilizado en clase. Mientras Nena hace que todos entonamos la vuelta de uno de sus temas más famosos, ¡Wunder geschehen! (los milagros suceden), recuerdo cómo empezó todo para mí en el mundo del alemán. ¡Y al final no puedo más que reconocer que tiene razón, que los milagros suceden!

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

 Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.

Les mines de Rammelsberg són Patrimoni de la Humanitat.J.R. ZABALLOS

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