El museo de 'Lo Baratillo', más cerca

La Paeria estudiará la posibilidad de que Lleida acoja los juguetes del histórico establecimiento ‘Lo Baratillo’, que durante más de siete décadas estuvo ubicado en la calle Major y cerró en 1979. El alcalde, Fèlix Larrosa, acompañado de la concejala de Cultura y Promoción Económica, Pilar Bosch, se reunió ayer con el propietario de la colección, Manel Gigó, para hablar del escenario que se abre después de que se haya descartado la apertura del Museu de les Joguines en Artesa de Lleida, como avanzó este diario. Larrosa se interesó por que esta colección vuelva a la capital del Segrià y sea un referente más de la oferta cultural y paisajística de la ciudad.

Una propuesta, dijo, que se vincularía a la memoria de la ciudad y que iría en la línea “de recuperar el orgullo y la autoestima con estos elementos que forman parte del imaginario colectivo, especialmente de las personas que tenemos una cierta edad”, dijo Larrossa, que también quiere hacer a los jóvenes partícipes del proyecto. El alcalde concretó que la semana que viene iniciará una ronda de consultas con los portavoces de los grupos municipales para plantear la propuesta. De cara a septiembre, convocará al Consell Municipal de Cultura para explicar la iniciativa, recoger la visión del sector cultural de la ciudad y escuchar sus recomendaciones.

Por ello, subrayó que la creación del museo con los juguetes de ‘Lo Baratillo’ tendría que ser una iniciativa con un amplio consenso y que todo el mundo se sume a esta. En este sentido, el alcalde comentó que pedirá que se abra un expediente con el proyecto para que pueda participar gente con la aportación de información sobre la historia de ‘Lo Baratillo’ y para analizar posibles localizaciones. Según ha podido saber este diario, uno de los posibles enclaves sería el edificio del Casino Principal de la calle Major, que está a pocos metros de la ubicación original de la histórica tienda y que quedará vacío a finales de año cuando el nuevo Museu Morera abra sus puertas en la Rambla Ferran.

Por su parte, Gigó valoró la agilidad y la sensibilidad del nuevo equipo de gobierno sobre el proyecto que “creo que es de la gente de Lleida”, dijo. Desde hace más de 40 años, guarda coches, peonzas, autómatas, caballitos de cartón, muñecos, cocinitas y todo tipo de juguetes que albergaba ‘Lo Baratillo’. En total, atesora más de 3.000 piezas desde principio del siglo XX hasta 1980.

Con su fachada llena de juguetes, primero, y con una gran cortina de pelotas en su última época, ‘Lo Baratillo leridano’ fue uno de los símbolos de la ciudad durante más de setenta años y hacía las delicias de los niños que paseaban por la calle Major.