FIESTA FUEGO, BRUJAS Y MÚSICA
El Aquelarret desafía a la lluvia
Éxito de la fiesta infantil como preludio de la noche de Aquelarre en Cervera || Más de 300 niños participan en el desfile que culmina en la plaza Magdalena de Montclar
La fiesta infantil del Aquelarre, el Aquelarret, desafió a la lluvia y llenó ayer el centro de Cervera con miles de participantes. El multitudinario desfile empezó en la plaza Universitat y recuperó la plaza Magdalena de Montclar para los lucimientos y la llegada del Cabronet con el fin de facilitar la visión de unos asistentes que tuvieron que esperar ya que las lluvias intermitentes obligaron a pausar el recorrido. En el pasacalles participaron más de 300 pequeños diablos y brujas, un centenar de los cuales habían participado durante la semana en los talleres del Aquelarret, coordinados por la escuela de teatro La Caserna.
El resto eran miembros del grupo de percusión Bombollers, la Tarasca de Cervera, el grupo infantil del Ball de Diables de Cervera Carranquers, el Ball de Diables Infantil de la Ràpita, el Ferafoc Petit de Sant Quintí de Mediona, y los Geganters y Grallers de Cervera. Cuando la comitiva llegó a la plaza, fue recibida por el Astarot Junior y las diablesas Súcube y Lilith así como un pequeño ángel para hacer el ritual de aparición del Cabronet. Encima del escenario tuvieron lugar los lucimientos de los diferentes grupos y la fiesta acabó con la espuma presidida por el Cabronet.
Ayer también abrió puertas la Fira del Gran Boc que cuenta con cifra récord de 85 paradas. El certamen, cita de referencia del esoterismo, el tarot y la quiromancia, ha cambiado de espacios y se ha adaptado a las obras que se están llevando a cabo en la Universitat. Así, las paradas de artesanía están en el paseo Balmes; las actuaciones musicales, en la plaza Magdalena de Montclar; y las paradas de alimentación, en la rambla Lluís Sanpere. Por la noche estaba previsto que el fuego y la música tomasen el protagonismo del Aquelarre a pesar de la amenaza de lluvia.