Archivada la investigación por injurias contra Toni Soler, Jair Domínguez y Judit Martin por el gag de la Virgen de Rocío
El juez considera que la actuación no es delictiva y está amparada por la libertad de expresión
El juzgado de instrucción número 5 de Sant Feliu de Llobregat ha archivado la investigación contra el presentador del programa de TV3 'Està passant', Toni Soler, y los colaboradores del espacio Jair Domínguez y Judit Martin, por el gag de la Virgen de Rocío.
El juez considera que la conducta denunciada no es delictiva y está amparada en la libertad de expresión. La asociación Abogados Cristianos denunció a los tres comunicadores por injurias. El juez ha admitido los recursos de los tres investigados contra la apertura de la causa, mientras que la fiscalía quería practicar todas las diligencias, entre ellas la declaración de los investigados, antes de decidir si se archivaba o no.
En su auto, el juez dice que "es plenamente comprensible y respetable que el gag pueda incomodar a determinadas personas, pero este sentimiento no es suficiente para entender que ha habido un exceso en la libertad de expresión". "La sátira es una forma de expresión artística que por sus inherentes rasgos de exageración y distorsión de la realidad tiene una finalidad provocadora y agitadora", recuerda. "La simple indignación no supone por sí misma un exceso en el ejercicio del liberto de expresión", añade.
Además, el juez asegura que "no ha habido ninguna perturbación en la libertad religiosa de los que profesan la religión católica", ni se ha impedido ninguna celebración religiosa, de Semana Santa o de la procesión de la Virgen de Rocío. "Por lo tanto, la emisión del gag no supone ni ha supuesto en ningún caso una incitación al odio a las personas católicas; simplemente se ha bromeado sobre algunos aspectos de sus creencias, como la posible opulencia de la imaginería de Semana Santa o de la propia Virgen de Rocío, cuestión que nunca ha estado exenta de crítica," concluye.
En la denuncia la entidad incluía varios fragmentos de las frases que se dijeron durante el gag e imágenes del momento. Según los denunciantes, algunas de las frases eran claramente vejatorias y ofensivas, sobre todo las de contenido sexual. Además, la denuncia incluía las reacciones contrarias de varios políticos, sobre todo de Andalucía, y representantes de la Iglesia, y el hecho de que Soler no se haya querido disculpar.
La denuncia recuerda que el artículo 525.1 del Código Penal castiga con multas de 8 a 12 meses a los que, "para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a los que los profesan o practican". También recuerda que la jurisprudencia del Tribunal Supremo establece que el escarnio se puede definir como la "burla o mofa de aquello que se contradice", "una expresión de menosprecio burda e insultante" o "befa tenaz que se hace con el propósito de afrontar". Y los denunciantes concluyen: "el acto de befa o burla es claro y contumaz".
De hecho, el escrito asegura que los tres protagonistas sabían la reacción que produciría el 'gag', "no buscaban la transmisión de ningún mensaje ni efectuaron ninguna crítica, protesta o acto reivindicativo".