MÚSICA ESPECTÁCULO
El mediático ‘talent’ de Lleida
Ahora se cumplen los 70 años del estreno del ‘Carnet del radioyente’ de Ràdio Lleida || Durante
más de diez años se convirtió en un fenómeno musical entre la sociedad leridana
Una foto histórica: el concierto inaugural de Ràdio Lleida en 1934 en el cine teatro Cataluña en la esquina Cavallers con calle Major
La Lleida de la posguerra no iba muy sobrada de espectáculos capaces de enganchar al público en general, más allá de los bailes populares de los fines de semana. Así, en 1953, Radio Lleida, EAJ-42, fundada en 1934, a través de su entonces director, Josep Siré, y su administrador, Francesc Gelonch, que también acabaría siendo el máximo responsable de la emisora años más tarde, puso en marcha una innovadora iniciativa que consistía en buscar nuevos talentos en la música leridana a través de un espacio que se denominó Carnet del radioyente.
Carlos Fernández Dabau, el primer presentador del ‘Carnet’.
El pequeño Jaume Oró recogiendo el premio.
El carnet del radioyente acabó superando en popularidad otros programas de producción propia como A la verdad por la caridad del padre Luján, El mundo de los niños del doctor Antoni Camprodí o el Radio teatro con actores y actrices locales.
En busca de talentos se vertió todo el personal de la emisora. Carlos Fernández Dabau y Mari Cruz de Andrés fueron los presentadores fundacionales, pero también subieron al escenario Manolo García Terán, Emili Lladós, Teresa Soto, María Teresa Nicolás, Charito Ros, José Luis Rodríguez o Aurelio Bautista. Entre los ganadores destacaron Los Ibaceta y un niño prodigio llamado|nombrado a Jaume Oró.
La recientemente creada agencia publicitaria Record, en la rambla Ferran, por Domingo Borrás y Mariano Freixenet, se encargó de buscar patrocinadores para este talent que durante más de diez años, hasta bien avanzados los sesenta, se emitió siempre en directo, un día a la semana, desde los estudios de la emisora, entonces en los bajos del edificio de la Diputación, antes de pasar a Marqués de Villa Antonia, donde se iban celebrando las diferentes eliminatorias y las galas finales, que fueron alternando los diferentes locales existentes en la ciudad, desde el Frontón, a General Mola (ahora Prat de la Riba), o los cines Rambla, Victoria, Principal o la boite del hotel Pal·las.
