DEPENDENCIA
Casi 97.000 personas cuidan a un familiar con dependencia en Cataluña, una cifra que se puede doblar en 40 años
Según un informe de la cooperativa SUARA, ocho de cada diez cuidadoras no recibe ninguna prestación
Una mujer durante una clase de la Associació de Familiars d'Alzhéimer (AFA) de Barcelona
Casi 97.000 personas se hacen cargo de un familiar con dependencia en Cataluña. Una cifra que va en aumento y que, previsiblemente, se puede doblar en 40 años. Es la principal conclusión de un informe de la cooperativa SUARA.
El perfil es el de una mujer, de entre 51 y 71 años, que dedica una media de 14 horas diarias a cuidar del familiar con dependencia y que no recibe ningún tipo de ayuda. Precisamente, el documento apunta que ocho de cada debe cuidadoras no dispone de asistencia de apoyo o prestación económica. En este sentido, advierte que Cataluña lidera el ranking de las listas de espera para recibir ayudas a la dependencia en el ámbito de todo el Estado.
El informe de la cooperativa, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, señala que la salud mental de estas se ve afectada por esta situación. De esta manera, 6 de cada 10 personas cuidadoras encuestadas por la entidad admiten que se sienten cansadas y el 80% no se siente libre para organizar su vida.
Casi la mitad tuvieron que dejar su trabajo, parcial o completamente, para dedicarse a cuidar de su familiar dependiente.
“Una tormenta” demográfica
La cooperativa avisa, “la situación será cada vez más preocupante si nos fijamos en las proyecciones demográficas”. Según el Idescat, en Cataluña hay más de un millón 500 mil personas de 65 años o más, el 19,3% de la población. Pero según sus proyecciones de futuro, el año 2040 ya serán un 26,1% y en el 2050 un 28,9%.
Al mismo tiempo, la población en edad de trabajar irá bajando fruto de caída de la natalidad en las últimas décadas.
La directora de Marketing y Comunicación, Dúnia Roselló añade que “eso pone en cuestión la sostenibilidad futura del estado del bienestar actual, obliga a una reflexión urgente sobre el futuro de los cuidados y a decidir quién y cómo queremos que las asuma”. Considera que “el envejecimiento de la población requerirá ampliar, optimizar y transformar el sistema de cuidados de larga duración.”
