AVANCES OPERACIÓN
Un hombre con problemas de movilidad por Párkinson vuelve a caminar después de un implante neuronal en la columna
Es el primer paciente del mundo tratado con esta tecnología
Neurocientíficos del Hospital Universitario de Lausana, en Suiza, han creado una neuroprótesis que permite que los enfermos de Parkinson en fase avanzada puedan volver a caminar de forma normal, una habilidad que pierden en nueve de cada diez casos, y presentaron al primer paciente del mundo tratado con esta tecnología.
Tras varios meses de rehabilitación, Marc, francés de 62 años, recibió la nueva neuroprótesis, con la cual ha superado por completo los problemas que tenía para caminar, ya que éstos no respondían a ninguno de los tratamientos que había recibido, dice en declaraciones a EFE en un aparte de la presentación a la prensa del avance científico.
"Al principio no pensaba que pudiera sentir un efecto inmediato, pero en cuanto me implantaron la neuroprótesis sentí la mejoría", asegura el paciente piloto del proyecto, quien antes solo podía desplazarse con mucha dificultad, no podía subir escalones ni darse la vuelta, todo lo cual ahora puede hacer de forma natural, con confianza y sin riesgo de caerse.
Antes de probar con humanos se realizaron ensayos con primates a fin de determinar los parámetros que debía tener la neuroprótesis, como la potencia requerida, la zona que se debía estimular en cada caso y el mejor método para hacerlo.
"Llevamos muchos años trabajando en la estimulación de la médula espinal de forma selectiva para restaurar la locomoción después de lesiones", explicó a EFE el neuroingeniero español Eduardo Martín Moraud, responsable del proyecto -al que se ha dado el nombre de NeuroRestore- y pionero en otras investigaciones con pacientes parapléjicos.
A diferencia de la paraplejia, el Párkinson no impide que el cerebro mande la instrucción del movimiento a las piernas a través de la médula espinal, sino que "altera o debilita" la transmisión de este mensaje. "El Párkinson es una enfermedad muy asimétrica, por lo que generalmente afecta sólo a un lado del cuerpo y con esta técnica podemos estimular de manera selectiva la región más afectada", asegura Martín Mora.
La neuroprótesis está compuesta por electrodos que se instalan encima de la médula espinal y se conectan de forma directa con un neuroestimulador implantado en la zona subcutánea del abdomen, que es a su vez controlado desde el exterior mediante un mando a distancia.
Respecto a la técnica de implantación, la neurocirujana y codirectora de NeuroRestore, Jocelyne Bloch, sostuvo que se trata de un procedimiento "completamente personalizado", ya que durante la intervención quirúrgica se prueba el efecto de estimulación de los electrodos para ajustar su posición y potencia al caso de cada paciente, en función de la respuesta de sus músculos a los estímulos.