SALUD INFANCIA
El Hospital Arnau de Vilanova celebra el Día Mundial del Bebé Prematuro
Siete de cada 100 nacimientos en Lleida se da antes de las 37 semanas de embarazo
Cerca de 40 niños y niñas prematuros nacidos en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida participaron ayer en la celebración de su Día Mundial, un acto simbólico con el que el centro hospitalario leridano quiere seguir mostrándose cerca de las familias que han sufrido de esta complicación. Como parte del acto de celebración, los asistentes al evento colgaron unos pequeños calcetines con los nombres de algunos de los niños y niñas nacidos en los últimos años en el hospital, para dar visibilidad a los nacimientos antes de una gestación completa.
“La celebración de este Día Mundial tiene el objetivo de concienciar a la sociedad de que los nacimientos prematuros son muchos más de lo que podemos pensar y es necesario invertir en recursos y tiempo en investigar para poder mejorar las vidas de estos niños. Es un avance para la sociedad”, explicó a SEGRE el director clínico del servicio de Pediatría del Arnau, Eduard Solé. En el mismo acto, Solé aprovechó para hacer un balance del primer año de la nueva unidad de prematuros que se inauguró en 2022. “Estamos muy contentos. Tenemos una unidad puntera y de las más modernas del país. Lo más importante para tratar a los bebés son sus padres y en estas nuevas instalaciones pueden hacerlo sin problemas”, apuntó.En las comarcas leridanas, los partos prematuros representan el 7% del total de nacimientos, 2.117 el pasado año, una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años. Este porcentaje supone una tasa bastante alta que, según explicó el doctor Solé a SEGRE, refleja que “la prematuridad sigue siendo un problema de salud de primer orden”. Lo que sí ha cambiado es la mayor supervivencia de este grupo de bebés, gracias a los avances perinatológicos en el control obstétrico del estado fetal, los cuidados y a la implantación de programas de detección y seguimiento de pacientes prematuros, especialmente aquellos menores de 32 semanas de gestación o menos de 1.500 gramos al nacer.Al acto también asistieron varias auxiliares de enfermería, enfermeras, y demás personal sanitario del área de pediatría, provocando emotivos reencuentros con las familias. “Son situaciones delicadas, llegan muy pequeños y los padres tienen miedo. Nuestro papel es acompañarlos y explicarles que el proceso no es fácil, pero que por lo general siempre llega a buen puerto. Creamos un vínculo muy fuerte con las familias y hoy se puede ver”, explicó Alba Díaz, enfermera de Pediatría.
«El trabajo del equipo del Arnau fue increíble»
Martí nació a las 25 semanas. Su padre, Joel Torres, explica que todo les pilló por sorpresa. “Estuvimos 93 días en el hospital. El trabajo de las enfermeras fue increíble. Ahora, 14 meses después, llevamos una vida totalmente normal e incluso Martí está yendo a natación”, explicó.