POBREZA ENERGÉTICA
Casi 8 millones de personas no pudieron mantener una temperatura adecuada en su hogar en 2022
Un 11,8% de los hogares de España tuvo gasto insuficiente en energía en el último año
Casi ocho millones de personas en el estado español no pudieron mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante el invierno, cifra que equivale al 17,1% de los hogares españoles, según se desprende del informe 'Indicadores de Pobreza Energética en España 2022' realizado por la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas.
El estudio, presentado este lunes por el director de la Cátedra de Energía y Pobreza de Comillas, Efraím Centeno y por el coordinador de la cátedra y autor del estudio, José Carlos Romero, se ha enfocado en responder a la cuestión de cómo afectó la crisis de los precios de la energía a la pobreza energética en España.
De este modo, la cifra de personas con temperatura inadecuada en su hogar sube con respecto a los datos presentados en el informe anterior, correspondiente a 2021, que revelaba que 6,7 millones de españoles (el 14,3% de los hogares) no pudieron mantener una temperatura adecuada en sus hogares. Igualmente, el estudio señala que se "excarceba la tendencia" en reducir el gasto en calefacción, "muy probablemente como respuesta a los elevados precios".
Por otro lado, el estudio señala que 4,4 millones de españoles se retrasaron en los pagos de sus facturas en 2022, lo que equivale al 9,2%, una cifra que, según Romero, "ha mejorado poco, pero se percibe cierta estabilización" en comparación con el 9,5% de 2021. Igualmente, el investigador ha insistido en monitorizar la evolución de este parámetro debido a la medida implementada por el gobierno en 2022 para eliminar los cortes de suministros en caso de impago de las facturas del hogar ante la crisis energética.
Estos indicadores se han obtenido a partir de las encuestas del INE, EPF (Encuesta de presupuestos familiares) y ECV (Encuesta de condiciones de vida), y se pueden agrupar por indicadores de gasto desproporcionado (hogares que dedican un porcentaje muy elevado de su renta a cubrir las necesidades energéticas en la vivienda), indicadores de gasto insuficiente o de pobreza energética oculta (hogares cuyos gastos en energía son significativamente bajos) e indicadores subjetivos (hogares con retraso en pagos de facturas y un indicador de hogares que declaran no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada durante el invierno).
Dentro de la dimensión de gasto desproporcionado, en el informe se calculan dos indicadores: uno identifica como hogares en pobreza energética a aquellos cuyo porcentaje de gasto en energía sobre sus ingresos netos es mayor que el doble respecto a un 'hogar medio' y oto que usa un umbral absoluto basado en el salario mínimo interprofesional.
Así, mientras que el primero empeora, el basado en el ingreso mínimo estándar mejora. El estudio detalla que el empeoramiento del primero se debe "al incremento abrupto en los gastos energéticos de los hogares, un aumento que no alcanza a compensarse con el crecimiento en los ingresos que también se dio". En contraste, el segundo indicador mejora ligeramente por el comportamiento de los dos deciles de renta más baja, con una disminución en la incidencia de la pobreza energética debido al aumento significativo de los ingresos.
Por otro lado, entre los cinco indicadores objetivos se encuentran la pobreza energética oculta y severa, que identifica a aquellos hogares que gastan menos de lo que realmente necesitan para cubrir sus necesidades energéticas. En este punto, Romero ha explicado que un hogar se encuentra en pobreza energética oculta si gasta más de la mitad del gasto necesario, mientras que aquellas viviendas con pobreza energética oculta severa gastan menos de la cuarta parte de su gasto energético requerido.
En concreto, el indicador de pobreza energética oculta en 2022 se ha situado en el 30,9%, frente al 31,2% de 2021, aunque a juicio de Romero estas cifras son "inadmisibles" al estar en niveles muy altos. Por otro lado, la pobreza energética oculta severa ha crecido hasta el 10,6% en 2022 (aquellos hogares que consumieron menos de la cuarta parte de la energía que deberían para cubrir todas sus necesidades energéticas, más de dos millones de hogares) frente a los 10,3% de 2021.
"El hecho de que se hayan mantenido es significativo por el 2022, que fue escenario de crisis de precios agravados. Podemos decir que los escudos que pusimos en marcha funcionaron en cierto punto", ha apuntado Romero al valorar las medidas sociales implementadas por el Gobierno en esta materia, como la reducción de IVA, la excepción ibérica o las campañas de concienciación pública.
Por comunidades autónomas, el sur peninsular presenta las mayores incidencias en pobreza energética severa, con la región de Murcia a la cabeza con un 19%, mientras que el norte del país, junto con Madrid, presentan incidencias menores al 8%.
Por otra parte, el estudio especifica que un 11,8% de los hogares en España son pobres energéticamente, debido a que dedican menos energía de la mitad de la que lo hace una vivienda media en España. Según Centeno, "es interesante" comparar este dato con la serie de los tres últimos años, ya que en 2020 fue de un 11,2% y en 2021 de 10,1%.
"Estamos en una situación preocupante y en este indicador los niveles de pobreza energética son altos, y su tendencia no es de reducir", ha apuntado el director de la cátedra, al tiempo que ha insistido en "no bajar la guardia".
Hogares con más gastos que ingresos en energía
Asimismo, el gasto desproporcionado identifica a los hogares en pobreza energética en base a que su gasto energético es mayor al de sus ingresos. De este modo, 3,2 millones de hogares españoles, el 16,83% del total estaban dentro de esta categoría, frente al 15,2% de 2021.
Al respecto, Centeno ha especificado que ello supone que casi un 17% de hogares gastan más del 10% de sus ingresos en energía. "De cada 10 euros que entran en estas casas, un euro va para energía", ha explicado. Por su parte, Romero ha aclarado que aunque este dato es el más mayor de la serie histórica, "es esperable por la situación del año pasado".
Finalmente, en el informe también aborda el gasto desproporcionado en base al ingreso mínimo, que decrece hasta el 13,14% en 2022 en contraposición con el 14,62%, debido a la subida de los ingresos en aquellos hogares que tenían menos. "Hemos detectado cierta democratización del gasto proporcional, se ha ampliado la incidencia de este indicador y aquellos que estaban más por debajo han mejorado su incidencia", ha celebrado Romero.
Por comunidades autónomas, Extremadura lidera la lista con un 23,4%, seguido de Andalucía, Castilla-La Mancha y las Islas Canarias como las que tienen mayor incidencia. Por otro lado, la Comunidad de Madrid, País Vasco e Islas Baleares se sitúan en menos de un 9% en hogares que ven limitados otros suministros básicos por los gastos energéticos. "En España el panorama de la pobreza energética es muy desigual", ha apostillado Centeno.
Por todo ello, tanto el director de la cátedra como su coordinador han coincidido en la necesidad de la implementación de medidas tanto a corto como a largo plazo para mitigar el problema de la crisis de los precios así como poíticas que mejoren la situación.